Hace unos días pensaba que esta
novela solo podría interesar a los diputados del Partido Verde, a los que no
son de ese partido pero que aman los bosques aunque no se atrevan a contradecir
a ya saben quién, y a los ecologistas. Pero no, estoy convencido de que es del
gusto de toda persona dispuesta a defender los bosques y consciente de la
proximidad y gran peligro del calentamiento global, que si no actuamos, llegará
para quedarse. Con El clamor de los bosques (The
Overstory, 2018), traducido por Teresa Lanero Ladrón de Guevara al español,
publicada por AdN Alianza de novelas, en España en 2019, Richard Powers obtuvo
el Pulitzer 2019 para obras de ficción, que es un respaldo importante para los
escritores. El tema que aparece en cada
capítulo es superior a la trama o al interés que se pueda tener por los
prototipos humanos, ya que los grandes personajes son los bosques y la poderosa
amenaza que enfrentan cada año en que se pierden millones de hectáreas donde se
vuelven nada no solo los árboles, sino todo un ecosistema formado por flora y
fauna visible y microscópica, que termina por afectar la vida de todos.
No se debe impulsar un programa
en que unas personas talan árboles añejos para plantar otros que tardarán
muchos años en crecer, quizá cientos. ¿Imaginan que derribaran El árbol del
Tule de Oaxaca que tiene más de 2 mil años de vida y muchas leyendas, y
plantara una pingüica? Sería terrible, porque los árboles son símbolos y
aportan estabilidad al mundo. Por supuesto que este libro
ofrece ciertos aspectos, y no dudo que algunos de los personajes les llegarán
al corazón. Quizá Cabello de Venus y Guardián, que tuvieron una experiencia
significativa viviendo en Mimas, un gran árbol, a 60 metros del suelo.
¿Saben qué comían? Les encantará descubrirlo. La doctora Patricia Westerford
evidenció que los árboles se comunicaban entre ellos, escribió un libro y la
tacharon de loca. Además dijo que se comunicaban con los humanos. Esto no me
sorprendió porque mi abuela Linda hablaba con las plantas de su jardín y no era
la única. Leonor me contó que su mamá Nina hacía lo mismo. Como ven, El clamor de los bosques no es un libro
cualquiera, es una novela que los motivará para mirar en su historia personal y
en la naturaleza con profundidad. Richard Powers nació en Evanston,
Illinois, EUA, en 1957, con esta novela no solo ganó el Pulitzer, también el
respeto de la comunidad internacional. En cada parte de la novela desarrolla la
historia de un personaje. Encontrarán un artista plástico, un piloto de la
guerra de Vietnam, un psicólogo, una ingeniera, un inventor de videojuegos, una
secretaria, un abogado, los que mencioné arriba y otros. La novela es la historia de la
interacción del bosque con cada uno, y por supuesto, de la visión de las
compañías y los gobiernos que prefieren destruir árboles sin importarles el
efecto invernadero y la manera tan determinante en que afecta a la humanidad.
Por eso pensé que sería útil que los representantes que elegimos para las Cámaras
la leyeran y reflexionaran sobre leyes de protección a los bosques y la
necesidad de no derribar un solo árbol porque los nuevos tardarán siglos en
crecer. Creo que es hora de que
defendamos el planeta, de impedir las energías fósiles y ese mundo químico
flotante que nos rodea y produce alrededor de 8 millones de muertes por año.
Disculpen amigas y amigos, les juro que es más que emoción. Y por supuesto, les
deseo un memorable 2022.
