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Importante, atender actitud ante uso excesivo de videojuegos



Lunes 10 de Enero de 2022 8:23 am

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Para la psicóloga y terapeuta familiar, Cintya Velasco Guerra, el confinamiento que se ha tenido a raíz de la pandemia del Covid-19 ha afectado la forma de desarrollo social de las personas, entre ellas niños y adolescentes.
En entrevista, se le preguntó sobre aquellos niños y adolescentes que en ese contexto han incrementado sus horas de exposición a los videojuegos y usos de dispositivos, si esto ha traído consecuencia en el desarrollo de los menores.
“Yo creo que la pandemia y el confinamiento que hemos estado viviendo pues sí ha afectado mucho en cuanto al consumo desmedido que tenemos la mayoría de la gente, no solo a los niños y adolescentes, con los dispositivos”, respondió.
Destacó que en términos generales, si alguien que se encuentra en casa, concluye con sus labores, en muchas ocasiones recurre a los videojuegos o dispositivos como el celular para distraerse o entretenerse.
“Sin embargo, en el tema de los niños sí es importante poner atención, porque el uso constante de los dispositivos móviles sí genera bastantes efectos”, resaltó al referirse que desde el aspecto físico, cognitivo y de interacción social.
Mencionó que, de acuerdo a estudios, la constante exposición a estos dispositivos sí puede afectar la vista por la luz que se emite; de igual forma, esa misma luminosidad y variantes de colores también pudiera generar ataques de epilepsia o convulsiones, “ese sería un punto importante que habría que revisar.
“También hablan que el estar constantemente con el móvil puede provocar dolores de manos, articulaciones, tensión muscular en el cuerpo de los niños, pero al ser niños no deberían de estar presentando sintomatología de ese tipo”, dijo.
Agregó que en la cuestión de su desarrollo psicológico social, el uso constante y de varias horas de los dispositivos y videojuegos, también tiene repercusiones significativas.
“El hecho que están constantemente expuestos a una sobreestimulación, los seres humanos somos bioquímica, entonces el estar constantemente expuestos a los videojuegos genera que esté segregando una serie de neurotransmisores que se asocian con el tema de la felicidad, como la oxitocina, la dopamina.
“Ese tipo de neurotransmisores también los segregamos cuando realizamos actividades que son recreativas, como por ejemplo el ejercicio, pero son en breves tiempos.
“Pero un niño expuesto constantemente al uso del celular y a los videojuegos, imaginemos todo lo que está pasando en su cerebro por mucho tiempo, durante varias horas”, comentó.
Consideró que esto generará que los niños o adolescentes estén distraídos de muchas actividades esenciales como la escuela, recreativas, deberes u otras que pudieran generar felicidad.
CÓMO 
SOLUCIONAR 
ESTA SITUACIÓN
Cintya Velasco indicó que son varias las acciones que padres de familia pueden realizar para evitar que sus hijos tengan esta alteración de conductas por el uso excesivo de videojuegos o dispositivos.
Una de ellas es poner límites en el uso de estos dispositivos, buscando orientarlo a que tomen actividades que impliquen también retos en su desarrollo emocional y lúdico.
Otra acción es “vigilar el contenido de los videojuegos, porque sabemos que hay videojuegos que no son para uso de niños, niñas o adolescentes, porque llegan a ser muy violentos, ya que el menor se desconecta de la realidad”, comentó.
Asimismo, destacó que otra acción para mejorar la situación del menor o adolescentes es generar actividades de carácter familiar o de convivencia, donde también el compromiso de mejorar lo asuman los padres de familia, no solo el menor.
“Es importante que tratemos de ponderar un poco más de tiempo en convivencia familiar, porque estamos dejando el desarrollo emocional, afectivo y social de los niños ahora sí que a los móviles o videojuegos, eso inclusive fomentaría exceso de individualismo”, apuntó.
Indicó que esto provocaría que tanto niños como adolescentes dejen de realizar actividades para socializar, al grado que si no están “pegados” a un dispositivo, se aburren con facilidad.
“Sí es importante controlar este uso desmedido, entonces potencializar la interacción familiar, las actividades sociales, como salir al jardín por ejemplo”, destacó la psicoterapeuta.
Mencionó que estos cambios de hábitos tienen muchos beneficios, no solo a los menores, sino para la familia en su conjunto, ya que permite oxigenarse y despejarse.
Otro de los puntos que se deben atender, es el rendimiento académico, donde por el uso excesivo a dispositivos y videojuegos se deja de lado esta parte del aprendizaje, conocimiento y rendimiento escolar, “ojo con eso, es un foco rojo que hay que atender”.
Por ello, reiteró, al margen del cambio de hábito que debe tener el niño o adolescente, también es una responsabilidad de los padres de familia estar al pendiente del desarrollo de sus hijos, “no dejarlo que al rato se vuelva un problema más grande”.

Hugo VELÁZQUEZ ROQUE



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