El director del Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos de la Universidad de Colima, Raúl Arámbula Mendoza, explicó que la erupción del volcán en la isla Tonga, ocurrida el fin de semana, causó impacto hasta nuestro país, sin embargo, las consecuencias no fueron de gravedad. “La mayor actividad volcánica se da en los océanos. Mucha de ella no siempre se puede observar por las profundidades. “El volcán en Tonga tuvo una erupción importante, explosiva, con una columna eruptiva estimada de casi 30 kilómetros con respecto al nivel medio del mar y generó un tsunami que provocó daños cerca del sitio de la erupción”, señaló. Agregó que estas ondas viajaron por todo el Pacífico, afectando incluso a Estados Unidos, México, Perú, Chile, explicó el director del Centro Universitario. “Vemos que un fenómeno que ocurre a casi 9 mil kilómetros de distancia puede tener afectaciones inclusive en nuestro país”, subrayó. Dijo que la diferencia más importante cuando se presenta una erupción de un volcán en el interior del océano, es que cuando el magma -que es un fundido de silicatos a altas temperaturas con gases- entra en contacto directamente con grandes cantidades de agua, lo que genera una gran liberación de energía. “Hay imágenes de días previos, donde se observan grandes nubes y cenizas, que genera la liberación de energía muy grande. “El tamaño de la erupción del viernes por la noche fue muy importante, aún no sabemos en qué tamaño se va a catalogar, pero se piensa que es una de las mayores de este siglo”, comentó. Raúl Arámbula recordó que en México tenemos el archipiélago de Revillagigedo, constituido por islas de origen volcánico. “Sí ha habido erupciones submarinas, la más reciente fue en los años 90, de baja intensidad, que solo dejó ver algunas rocas flotando. Informó que hay sistemas de monitoreo, que si bien es poca la instrumentación para ello, con los datos que se tienen se puede actuar con oportunidad. Resaltó que el volcán de Tonga se ha monitoreado vía satelital “y sabemos que después de la erupción del viernes, gran parte de la superficialidad de la isla desapareció. Aún hay muchas montañas debajo. “Pero la parte superficial desapareció y estamos a la espera de que se genere más información. Probablemente va a seguir en erupción y esperamos que no sea tan grande, aunque es complicado saberlo en este momento”, advirtió. Mencionó que estamos a una distancia de 9 mil kilómetros y si se llega a dar otra erupción parecida, tendrían la oportunidad de avisar con tiempo. “En el caso de Colima, se dio un aviso oportuno, por medio de la Unidad Estatal de Protección Civil. La idea es que si se vuelve a presentar, se podría actuar de manera similar”, destacó. Precisó que vivimos en una zona tectónicamente muy activa. “Diariamente tenemos de tres a cinco sismos. Todo el tiempo estamos registrando sismos, pero no hay relación entre la erupción del volcán en Tonga con los sismos que ocurren en nuestro estado”, aseguró. Dijo que no hay que entrar en pánico. “Es cierto que se pueden dar tsunamis, pero hay que prepararse más que asustarse. “Mi recomendación es mantener la calma, hacer caso de las autoridades de Protección Civil. Hay que estar atentos a la información oficial, no hacer caso a rumores, ni a personas que se hacen pasar por científicos y dan información errónea. Siempre hay que verificar la información”, concluyó.
