COMPRENDER a los artistas suele ser más complicado que comprender sus obras. Son precisamente éstas las que hablan y expresan lo mejor de su artífice, del talento y la dedicación, de los sueños, visiones e inquietudes, de las influencias y rupturas, de los hallazgos y otras exploraciones a través del arte. Desde esta perspectiva, hablar de Gil Garea, artista visual que falleció el pasado 24 de enero, va más allá de esas esculturas públicas que hoy forman parte del imaginario visual colimense: El arriero, Vendedora de bate, El tubero y Vendedora de pitayas. Su obra plástica es vasta y diversa, pero poco conocida en el estado, no así en las grandes ciudades y museos del país como México, Monterrey y Guadalajara, pero también en el plano internacional. En entrevista con Diario de Colima, Ada Karmina Benavides Rosales, directora del Museo Universitario Fernando del Paso, destacó que el fallecimiento del artista Gil Garea representa una lamentable pérdida para la comunidad cultural en general, pero su trascendencia quedó cultivada en nuestras calles, en museos, en galerías y en los acervos de importantes colecciones como FEMSA, JUMEX y muchas otras galerías. “Es un artista excepcional, inspirador, que dominaba múltiples técnicas: escultura, pintura, gráfica, fotografía y arte objeto, siempre se mantuvo interesado en la experimentación y la resignificación de la realidad a través de su obra. Lamentablemente a la par de su genialidad, a Gil siempre lo acosó la enfermedad y algo de insatisfacción que se puede ver reflejada en distintos momentos de su proceso creativo”. APORTACIONES AL ARTE Ada Karmina describe la mejor parte de Garea como un ser humano generoso, de aguda inteligencia, “conversador de carrera larga, pero sin desperdicio, y con un sentido del humor fascinante. Gil, jilguero, era como todos los artistas, complicado, a veces de nicho otras bucólico, pero siempre valió más la pena tenerlo entre nosotros que no haberle conocido. Deja a muchos afectos en Colima”. Gil Garea como artista tuvo importantes aportaciones al desarrollo de las artes visuales en Colima, pues tras su llegada al estado en los años 80, se puede decir que comenzó la etapa del denominado arte contemporáneo. “Él y un reducido grupo de artistas foráneos y locales se consideran precursores de este movimiento”, reveló Benavides Rosales. En entrevista con el escritor Carlos Ramírez Vuelvas, destacó que Gil pertenece a una generación de artistas plásticos colimenses que de alguna manera continúan con la exploración plástica del maestro Jorge Chávez Carrillo, “conservan algunos colores con una interpretación visual distinta y con motivos diferentes, como en los paisajes, pero Gil ya ve el cuerpo humano, las emociones, los sueños, las pesadillas, temáticas más subjetivas que no habían aparecido tan claras en la plástica colimense, esto es una aportación muy importante de Garea, sobre todo en una primera etapa”. Carlos Ramírez señaló que años después, ya en la última etapa hay una reinterpretación del paisaje colimense en Gil, “muestra el paisaje de su infancia y adolescencia, el camino hacia a las playas, los palmares, pero ya desde un enfoque emotivo, desde las emociones”. EXPOSICIONES Lejos de todo, fue el nombre de la última exposición que tuvo Gil Garea en un museo de la Universidad de Colima, el Fernando del Paso en 2014. Fue muy importante porque representó el regreso del artista después de un autoexilio de 10 años y que precisamente elige para su regreso a un museo dedicado al arte emergente y al más joven en la ciudad, un hitazo para la UdeC en el ámbito cultural. Algunos años después expuso en espacios independientes colectivamente, alguna de estas exposiciones fue la de Micheladas, inspiradas en la obra del pintor colimense Alfonso Michel. Y de las más recientes sobresale la exposición titulada Del acstracto ranchero al naquismo mágico, curada por la escritora e investigadora de arte Carmen Villoro, realizada en el Ex Convento del Carmen, en Guadalajara (2016). Además de que la Subsecretaría de Cultura cuenta con mucha obra de Gil Garea, el acervo artístico de la Universidad de Colima tiene parte de su producción sobre todo realizada en los 80 y 90, piezas bajo el resguardo de la Dirección General de Patrimonio Cultural. A partir del próximo martes y durante todo el mes de febrero, el Museo Fernando del Paso estará exhibiendo una muestra de la obra de Gil Garea, que representa ciertos momentos del artista y que será posible gracias al entusiasmo de sus coleccionistas particulares. Habrá aforo reducido para 40 personas, por lo que es importante que la gente llegue a tiempo para alcanzar un lugar. Ese 1 de febrero, en la inauguración de la muestra, habrá un conversatorio sobre la obra de Garea, con la participación del pintor Javier Fernández, de la curadora de exposiciones Tita Ochoa Rivera, el escritor Carlos Ramírez y la galerista Mónica Saucedo. La transmisión del evento será en vivo a través de la página de El Comentario de la Universidad de Colima, y posteriormente estará en el sitio oficial de la UdeC el video, el conversatorio.
