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Colimenses por el mundo; un comalteco en Yale



Domingo 06 de Febrero de 2022 8:34 am

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ÉL siempre fue muy curioso, recuerda cómo en su infancia jugaba con Juguetes Mi alegría, esos con los que los niños podían hacer experimentos de laboratorio, quizás eso lo llevó a estudiar Física, que como cualquier ciencia, trata de ayudarnos a comprender el universo, y él quería respuestas, quería descubrir qué y por qué pasaba lo que pasaba en nuestro mundo. Años después asistió a una charla que lo marcó y lo hizo tomar una decisión trascendental: estudiaría para convertirse en científico. Hoy, Jorge Alberto Torres Espinosa, comalteco de cepa, es investigador postdoctoral en el departamento de física de la muy prestigiada Universidad de Yale, en donde se especializa en el estudio de física experimental de partículas, investigando las propiedades de partículas elementales.
Recuerda que estudiaba en el Bachillerato 4, cuando asistió a una conferencia impartida por Alfredo Aranda Fernández, físico teórico de altas energías de la Facultad de Ciencias, del Centro Universitario de Investigaciones en Ciencias Básicas de la Universidad de Colima, y del Institute of High Energy Physics. Fue tal la impresión que este científico causó al compartir sus conocimientos y su experiencia, que Jorge decidió que en un futuro ese sería el área a la que quería entregarse.
Su vida estudiantil inició en el CADI Benito Juárez, primaria y secundaria las cursó en Comala, en la escuela José María Morelos y en la Técnica 5 Pablo Silva García. La licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima, y una vez que concluyó, en agosto de 2015, se mudó a Columbus para realizar su maestría y doctorado en la Universidad Estatal de Ohio.
Desde julio del año pasado vive en New Haven, Connecticut, lugar en donde se encuentra Yale, una universidad privada fundada en 1701, la tercera institución de educación superior más antigua de Estados Unidos y de la que por cierto han egresado cinco de los 46 Presidentes que ha tenido este país, además de cerca de 60 premios Nobel, entre muchos otros académicos galardonados.
Lo primero que llamó su atención al llegar fue el calor, y miren que es colimense, sólo que siempre imaginó que Estados Unidos, por el hecho de estar más al norte, tendría temperatura quizás un poco más templada en el verano. Recuerda que desde su llegada el trato ha sido amable y que esto obedece a que en el ambiente académico en el que se desenvuelve, y particularmente la comunidad científica, es muy plural e incluyente. Una de las cosas que más valora ahora que vive en Estados Unidos es el acceso a la educación y las herramientas ilimitadas con las que se cuenta para aterrizar proyectos académicos, lo que hace una enorme diferencia en la vida universitaria.
New Haven es la tercera ciudad más grande del estado de Connecticut. Está sobre la costa del Long Island y se le considera la primera ciudad planificada de Estados Unidos, en la que dice Jorge viven muchos latinos, principalmente mexicanos, por lo que no es nada raro salir a la calle y escuchar un carro con música de los Cadetes de Linares.
Como todos los que radican fuera de nuestras fronteras, extraña desde luego a la familia. A su mamá Guadalupe Espinosa, enfermera jubilada, y a su papá Jorge Torres, trabajador social dedicado a proyectos altruistas; así como a su hermano Héctor, que es enfermero y pertenece al cuerpo de voluntarios en Cruz Roja.
Recuerda con nostalgia a su Comala querido, especialmente los domingos cuando salía por la tarde noche a caminar al jardín, y ya ahí comerse unos deliciosos esquites o unos ricos tamales en el puesto de su tía Raquel. Pese a su gran curiosidad, de niño nunca se le ocurrió que algún día saldría de México, mucho menos que emigraría a Estados Unidos a estudiar un doctorado, pues no son las cosas que comúnmente veía en Comala, ya que usualmente las personas emigraban para trabajar en el campo o en servicios.
Ahora Jorge planea a futuro permanecer en el área académica y convertirse en profesor e investigador, lo que francamente no tengo ninguna duda que lo va a conseguir, pues tiene suficientes credenciales que acreditan su disciplina para lograr lo que el deseé. Y quizás en su infancia no, pero por fortuna eso ha cambiado y en este espacio hemos sido testigos de cómo muchos de nuestros jóvenes están compartiendo sus talentos y su potencial con el mundo, Jorge no es la excepción en ningún sentido.
Hago un paréntesis para advertir del efecto dominó que producen los profesores en sus alumnos y de la gran influencia que tienen en su vida. La historia de Jorge nos muestra claramente cómo una charla quizás de rutina logró proyectar en él una idea que pudo concretar y que hoy lo tienen compartiendo sus conocimientos en una de las universidades más prestigiadas del mundo.
Impresionante. Mi reconocimiento para ellos. Aquí otro paisano que anda representado muy bien no solo a nuestro hermoso pueblo blanco, sino a también a nuestro país. Puro talento comalteco. Muchas gracias Jorge, por escribirme y compartir parte de tu historia.
Si naciste en Colima, vives en el extranjero y deseas contar parte de tu historia, escríbeme, me encantará compartirla. nana_cortes@hotmail.com

ADRIANA CORTÉS ÁLVAREZ



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