El informe de Múnich, un “balance del horror” y cuatro culpas sobre Benedicto XVI
Martes 08 de Febrero de 2022 2:46 pm
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La carta del papa emérito Benedicto XVI, en la que expresa
su dolor por los abusos cometidos en su periodo al frente de la archidiócesis
de Múnich, sigue a la difusión de un informe elaborado por un equipo de
abogados alemán, que Joseph Ratzinger primero negó, para luego retractarse.
El informe, presentado el pasado 20 de enero en Múnich,
sostenía que el ahora papa emérito supo de la existencia de casos de abusos
sexuales a jóvenes y menores cometidos por miembros de la Iglesia católica
alemana y le reprochaba no haber actuado.
Tuvo al menos en cuatro casos una conducta reprochable, de
acuerdo con ese informe, elaborado por encargo del arzobispado de Múnich y
Freising y con mil 700 páginas, donde se documentan centenares de abusos sucedidos
entre los años 1945 y 2019.
Ratzinger estuvo al frente de ese arzobispado entre 1977 y
1982. El informe reprocha también la conducta de otros altos jerarcas de la
Iglesia católica alemana, en lo que calificaron sus autores de “balance de un
horror”.
Se documentan cientos de casos cometidos durante décadas y
hasta casi el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías de no haber
actuado en consecuencia o incluso haberlos encubierto.
En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger,
los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban
asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.
EL PRIMER RECHAZO DE RATZINGER
Ya en la presentación de ese informe, sus responsables
consideraron “poco creíble” la primera reacción del papa emérito rechazando
haber tenido conocimiento de esos casos. Sostenían que por parte de Ratzinger
no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos.
Especialmente comprometedor era el caso de un párroco
identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen
(oeste) al de Múnich (sur) tras haber sido acusado de pedófilo y que en su
nuevo destino siguió cometiendo abusos.
Ratzinger declaró entonces que no participó en la reunión
celebrada el 15 de enero de 1980 en la que se debatió sobre ese párroco, aunque
el acta de ese encuentro constataba que el entonces arzobispo hizo comentarios
sobre un servicio fúnebre y sobre una conversación mantenida con el papa Juan
Pablo II.
El informe aborda al menos los casos de 497 personas, la
mayoría de ellos hombres jóvenes y menores, y contabiliza a 235 presuntos
autores de los abusos, de ellos 173 sacerdotes y 9 diáconos, aunque se presume
que puede haber otros.
Los abogados llegan a la conclusión de que muchos de los
sacerdotes y diáconos continuaron ejerciendo sus funciones después de conocerse
su comportamiento; cuarenta de los religiosos siguieron prestando consejo
espiritual y en 18 casos a pesar de haber sido objeto de una “condena
relevante” por parte de sus superiores.
En el informe también se reprocha al cardenal arzobispo de
Múnich y expresidente de la Conferencia Episcopal alemana, Reinhard Marx – que
fue quien lo encargó – su comportamiento en relación con dos casos de presuntos
abusos y además se le atribuía no prestar suficiente atención a estos
comportamientos.
Marx presentó en 2021 su dimisión al papa Francisco como
gesto ante los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia católica
alemana tras los informes divulgados sobre el comportamiento de la jerarquía de
la ciudad de Colonia, en el oeste del país, pero el pontífice la rechazó y
alabó su “coraje”.
EL PAPA EMÉRITO SE RETRACTA
Cuatro días después de difundirse ese informe, el propio
Ratinzger se retractó parcialmente de su anterior declaración sobre el caso
Peter H. Reconoció, a través de su secretario privado Georg Gänswein, que sí
estuvo presente en la reunión de enero de 1980 en la que se trató del traslado
de dicho párroco.
Aseguró, sin embargo, que en aquella sesión no se habló de
que el sacerdote desempeñara labores pastorales, sino de “hacer posible que
contara con alojamiento en Múnich durante su tratamiento terapéutico”.
LA CONFERENCIA EPISCOPAL PIDE MÁS
Tras la difusión del informe, la Iglesia católica alemana ha
asumido una serie de reconocimientos de culpa y se han producido varias
peticiones al papa emérito para pedir perdón.