En todo México hay presencia de afrodescendientes que comparten su origen, historia y elementos culturales. Para reconocer los aportes de los pueblos y comunidades afromexicanas a la composición pluricultural del país, el Senado aprobó reformar el artículo segundo de la Constitución. Así, se garantiza su libre determinación, autonomía, desarrollo e inclusión social. Ahora es ley su reconocimiento en la Carta Magna, como una de las tres raíces culturales, sociales e históricas del país.