Mueren tres personas en bombardeo a un depósito de combustible en Siria
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Jueves 17 de Febrero de 2022 10:50 pm
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Al menos tres
civiles murieron a raíz del intenso bombardeo de las fuerzas gubernamentales de
Damasco contra un depósito de combustible en la región de Idlib, en el noroeste
de Siria, último enclave en manos de grupos rebeldes y yihadistas. Según el
Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido que
cuenta con una densa red de corresponsales en la zona, el ataque se llevó a cabo ayer por la tarde en una región
predominantemente agrícola y provocó un gran incendio. El objetivo fue una
estación de aprovisionamiento de gasoil cerca de la ciudad de Dana, propiedad de una empresa de combustible
cercana al grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS, antes Jabhat al-Nusra).
El comercio
de combustible y el control de las estaciones petroleras son uno de los
factores desencadenantes de la violencia en la zona controlada por los
yihadistas, que no perdona ni siquiera a la población civil, incluyendo mujeres
y niños. Según informes de al-Monitor, milicianos del HTS dispararon en la
cabeza a una mujer por tratar de introducir petróleo crudo de contrabando en
Idlib. Una ejecución en regla con todas las características de una advertencia para la población, que
desencadenó protestas y nuevos enfrentamientos en los campamentos de
desplazados.
La víctima se
llamaba Fátima Abdul Rahman al-Hamid, tenía 28 años, era viuda y madre de
cuatro hijos, con los que vivía en un centro de acogida: fue asesinada el
pasado 10 de febrero cerca del puesto de control de Deir Ballut, en el norte de
Idlib. Algunos hombres de Hayat Tahrir al-Sham abrieron fuego cuando Fátima
estaba transportando combustible adquirido en una zona controlada por el
Ejército Nacional Sirio (SNA). Los yihadistas de la ex al-Nusra que vigilan el
área de Idlib han prohibido sacar combustible fuera de las zonas rebeldes del
SNA, y consideran el comercio del mismo como una "operación de
contrabando" que debe ser castigada con todos los medios. Sin embargo, el
tráfico es uno de los pocos recursos de que disponen los civiles para ganar
pequeñas cantidades de dinero (menos de un euro por noche), con un riesgo muy
grande de ser descubiertos y ejecutados.
Los
milicianos del HTS han reforzado el control militar y la hegemonía sobre los
civiles en Idlib imponiendo lo que denominan "Gobierno de Salvación de
Siria", que controla los puntos de tránsito y la economía de la zona
además de tener el monopolio de los bienes, desde alimentos hasta combustible.
El grupo yihadista -haciendo un amplio uso de la violencia- impone precios y
establece cánones e impuestos a los empresarios, mientras las condiciones de
vida de la población empeoran cada vez más y la tasa de desempleo alcanza
niveles sin precedentes.
Tras la
muerte de la mujer, los habitantes del centro de Atmeh atacaron los puestos de
control de al-Nusra e incendiaron las tiendas y casas rodantes de los
milicianos quienes, en respuesta, llevaron a cabo varias incursiones, atacando
a civiles y refugiados y arrestando a algunos. Entre ellos se encuentra un
activista que estaba documentando la violencia que provocó lesiones a un niño.
“Aquí en Atmeh -contó a al-Monitor un refugiado llamado Abu Ahmed - mi familia
está compuesta por cinco personas. Estamos sobreviviendo gracias a una pequeña
canasta de alimentos que recibimos (de organizaciones benéficas) todos los
meses, pero nunca alcanza. ... Juntamos leña en el monte para calentarnos [...]
solo vivimos gracias a la misericordia de Dios”.
Los niños
también participan en el contrabando y el trato que reciben es igual al de los
adultos. En una nota difundida en Twitter el 5 de enero, los dirigentes de HTS
comunican que han "arrestado a cinco menores" por tráfico ilegal de
combustible.
Por último,
también llegan noticias alarmantes del otro lado de la frontera, en Turquía,
cuyo gobierno continúa con su política de rechazar y repatriar a los refugiados
sirios, incluso a los que cuentan con un permiso de residencia temporal que les
garantizaría protección. Un informe que publicó hace pocos días Sirios por la
Verdad y la Justicia (STJ) muestra que entre 2019 y 2021 más de 155.000
refugiados sirios fueron repatriados por la fuerza o con engaños, muchos de
ellos firmando documentos de "retorno voluntario" en idioma turco
cuyo contenido ignoran.