Los perros pueden sentir tristeza tras la muerte de un compañero canino
Domingo 27 de Febrero de 2022 10:40 pm
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Los cambios conductuales y emocionales que muestran los
perros tras la muerte de otro can en el mismo hogar podrían ser indicativos de
duelo.
Es el resultado de una encuesta aplicada a 426 propietarios
italianos de perros y publicada en la revista Scientific Reports.
Aunque se han observado comportamientos de duelo en diversos
animales, como pájaros y elefantes, no está claro si los perros domésticos se
afligen.
La investigadora Federica Pirrone y sus colegas de la
Universidad de Milán encuestaron a adultos cuyo animal de compañía había muerto
y tenían al menos otro perro. Se preguntó a los propietarios (de los cuales 66
por ciento había perdido a la mascota más de un año antes del estudio) sobre
cualquier cambio en el comportamiento del ejemplar que aún vivía. Además, los
dueños describieron la relación previa entre sus canes y sus propios niveles de
angustia tras el duelo.
Se encontró que 86 por ciento de los propietarios observaron
cambios negativos en el comportamiento del perro superviviente, 32 por ciento
informó que las alteraciones duraron entre dos y seis meses y 25 por ciento
señaló que se prolongaron por más de seis meses.
Cuando se les pidió que describieran los cambios de
comportamiento, 67 por ciento de los dueños señaló que el perro superviviente
buscaba más la atención, 57 por ciento refirió que jugaba menos y 46 por ciento
aseguró que se volvió menos activo.
En tanto, 35 por ciento de los propietarios señalaron que el
perro superviviente dormía más y se volvió más temeroso, 32 por ciento indicó
que comía menos y 30 informó de un aumento de lloriqueos o ladridos. Antes de
la pérdida de su mascota, 93 por ciento de los dueños declaró que sus perros
habían vivido juntos durante más de un año y 69 por ciento describió la
relación entre ellos como amistosa.
CAMBIOS NEGATIVOS DE COMPORTAMIENTO
Los investigadores descubrieron que, aunque la duración de
la convivencia entre dos perros no influía en el comportamiento de los
supervivientes, el hecho de haber tenido una relación amistosa con el can
fallecido y tener un propietario afligido hacía más probable que se produjeran
cambios de comportamiento negativos y miedo.
Esto sugiere que las alteraciones conductuales y emocionales
negativas observadas en los canes que sobrevivieron podrían deberse tanto a una
reacción de duelo en respuesta a la pérdida de su compañero como a una reacción
al duelo de sus dueños.
Los autores concluyen que las respuestas de tipo aflictivo
entre los perros son potencialmente un importante problema de bienestar de las
mascotas que se ha pasado por alto.