Cargando



Los Art Cars


Rolls-Royce Phantom ‘Sgt. Pepper’s’, de John Lennon, comprado en 1965 y pintado según sus instrucciones. Tenía nevera, tocadiscos y una cama en vez de asientos traseros. En la actualidad es propiedad del Royal British Columbia Museum canadiense.

Brandon Enciso Alcaraz

Lunes 28 de Febrero de 2022 7:02 pm

+ -


El arte y el automovilismo están más emparentados de lo que uno podría imaginar. Ya desde inicios del siglo XX, los Futuristas fueron seducidos por esta nueva tecnología, y muestra de ello es la Canción al automóvil, del poeta Filippo Tommaso Marinetti, que expresa en sus líneas la pasión que despertaban estas nuevas máquinas.

Puede ser una imagen de 3 personas

Mini Cooper ‘Magic Mistery Tour’, de George Harrison, guitarrista de los Beatles que lo adquirió para su uso personal en 1965. Repintó el coche (originalmente de color negro) con una psicodélica decoración, inspirado por el libro Tantra Art; Philosophy and Physics.

Ni qué decir de los grandes artistas que han usado el diseño automotriz para expresar su visión. Creadores como Giuseppe Bertone, Giorgetto Giugiaro, Marcello Gandini u Horacio Pagani, han inundado el mundo de la automoción con vehículos que más parecen dignos de un museo que de una autopista, y no en pocas ocasiones estos mismos hombres han cambiado el rumbo de la industria, dictando los nuevos parámetros de aquello que veremos por la calle con osadía cotidianidad o con cuasi infantil asombro.

La belleza del diseño automotriz ha llegado tan lejos que, por ejemplo, hace unos años, un tribunal italiano consideró que el Ferrari 250 GTO era una obra de arte, motivo por el cual no puede ser replicado.

Puede ser una imagen de automóvil

El Ferrari 250 GTO es considerado una obra de arte por sí mismo. 

En un caso más cercano, está la polémica por las réplicas del hermoso Shelby Cobra, las cuales son tantas, que la empresa original prefirió otorgar licencias a ciertos fabricantes, para elevar el estatus de sus réplicas con el título de “original”, así, no es lo mismo un Cobra réplica, que un Cobra réplica original, pues esta última palabra nos da la garantía de tener un vehículo construido con las mismas especificaciones que aquellos que Carroll Shelby creara.

Pero el auto ha ido más allá, ha sido musa y lienzo, como es el caso del BMW M1 pintado por Andy Warhol, y que compitió en las 24 horas de LeMans, certamen donde también participaran, aunque en años más recientes, el Chevrolet Corvette C7R Art Car de Ramzi Adek, o los dos autos de Rebellion Racing LMP1, en 2019, decorados con diseños que imitaban salpicaduras de pintura.

Puede ser una imagen de automóvil

El BMW decorado por Andy Warhol en 1979.

Destaca también el BMW 30 CSL Alexander Calder, primer Art Car de la marca, e iniciador de una tradición dentro de la misma. También como lienzo han servido el Citroën Art Car e-Méhari del diseñador Jean-Charles de Castelbajac, el Lamborghini Minotauro, obra de Paolo Troiro, quien empleó el mito del Minotauro para dar forma a su visión del Lamborghini Huracán.

La casa de Sant'Agata tiene también entre sus filas a una Urus intervenida por el artista Surge, que vio la luz en el Art Basel de Miami. Otra marca que ostenta el uso de uno de sus vehículos como Art Car, es Volvo, con una unidad de XC60 que fue decorada por Antonio Azzato, quien plasmó en el SUV su visión de Las meninas como parte de su proyecto urbano “El mensaje infinito de Velázquez”.

Puede ser arte

Automóviles vestidos (1941), de Dalí, muestra un Cadillac de la Serie 62 con ropajes dignos de una casa de alta costura que le aportan más distinción del que ya tiene, pero al mismo tiempo alude a la ilusión óptica presentando el mismo coche, pero en una condición deplorable.

Otros artistas seducidos por los autos fueron los españoles Pablo Picasso y Salvador Dalí. En el primer caso, se tiene el famoso Citroën DS “Guirnaldas de la paz”, cuyo origen se remonta a una entrevista con el periodista mexicano Manuel Mejido, quien simpatizó tanto al español, que en un arranque en medio de una plática, Picasso pintó los laterales de un Citroen DS de 1955, el cual firmó y nombró, pero que a la fecha, se encuentra desaparecido.

Puede ser una imagen de 4 personas, personas de pie y al aire libre

El Taxi lluvioso de 1938 está en el Museo Dalí en Figueres, Cataluña. 

Por último, me gustaría mencionar al Cadillac Serie 62 de Salvador Dalí, el cual lo utilizó en varias ocasiones como inspiración en sus trabajos. El cuadro más célebre en el que aparece es Automóviles vestidos, de 1941, pero la obra más representativa donde se ve este coche es El taxi lluvioso, donde instaló un sistema de tuberías para que lloviera dentro del auto, empapando a unos maniquíes que aparentan estar en descomposición.

Puede ser una imagen de 11 personas y al aire libre

Este Cadillac convertible (del que se fabricaron seis unidades) perteneció a la esposa de Dalí, Gala. Tiene las ventanas rotas y al interior alberga dos maniquís en estado de descomposición y llueve gracias a un sistema de riego. Sobre el cofre carga una enorme estatua de bronce.

Si bien hay algunos modelos e intervenciones que quedaron fuera de esta breve nota, considero que he puesto ejemplos suficientes para que ahora, usted, vaya, se detenga frente a su auto y lo contemple un momento, ya no como herramienta, ahora, más bien, como respuesta a una serie de preguntas que alguien se hizo hace algunos años en una sala de diseño, y, quién sabe, quizá en los pequeños detalles, note usted grandes cosas.

 

 

Brandon Enciso Alcaraz



927 Vistas