A la guerra en Ucrania se une el miedo a un incidente nuclear
Viernes 04 de Marzo de 2022 2:52 pm
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A la destrucción y violencia de la guerra en Ucrania se une
ahora el temor a un accidente nuclear causado por los enfrentamientos
militares, como el sucedido en la planta de Zaporiyia, en el sureste del país,
incidente que según la agencia atómica de la ONU se debió a un proyectil ruso.
El director general del Organismo Internacional de Energía
Atómica (OIEA), Rafael Grossi, criticó que la seguridad de la mayor central
nuclear de Europa se haya visto comprometida, aunque aclaró que “por suerte” no
se produjeron escapes radiactivos en Ucrania.
“Se ha comprometido la seguridad física con lo que pasó
anoche, tenemos suerte de que no hubo liberación de radiación”, confirmó el
diplomático argentino en una rueda de prensa en Viena.
Aseguró que lo sucedido en Zaporiyia “carece de precedentes”
a nivel diplomático, lo que dificulta responder a esta situación.
Por eso, el responsable del OIEA se ofreció a viajar
personalmente “lo antes posible” a Ucrania para negociar con las partes
enfrentadas un “acuerdo marco” que evite incidentes como el de anoche.
En el segundo país más grande de Europa, que Rusia invadió
el pasado 24 de febrero, hay cuatro centrales nucleares, con 15 reactores, que
generan gran parte de la electricidad de Ucrania.
Además, en Ucrania se encuentra la antigua planta atómica de
Chernóbil, donde en 1986 se produjo el mayor desastre nuclear de la historia.
Grossi recordó que la comunidad internacional se ha
comprometido a la inviolabilidad de instalaciones nucleares y su personal
técnico en caso de un conflicto.
Anoche se produjo un ataque ruso contra la central de
Zaporiyia, donde un edificio situado a pocos cientos de metros de los seis
reactores prendió fuego, que fue apagado por los bomberos a las 06:20 h, tras
varias horas de incertidumbre.
“La integridad de los reactores no se ha comprometido pero
sí la de la central en su sentido amplio”, destacó Grossi y alertó de los
riesgos si los combates prosiguen cerca de centrales atómicas.
Según las informaciones del OIEA, el proyectil que impactó
en Zaporiyia provenía de las fuerzas rusas.
Grossi explicó que de los seis reactores de la planta, solo
hay uno que está funcionando a un 60 por ciento de potencia, mientras que el
resto o está apagado o funciona de forma controlada con baja potencia.
Asimismo, en el incidente dos personas resultaron heridas,
aunque no es personal técnico que opera la planta sino personal de seguridad.
Si bien la central de Zaporiyia y la planta de Chernóbil
están bajo control de las fuerzas rusas, dijo Grossi, ambas instalaciones son
gestionadas por el personal técnico ucraniano.
No obstante, el jefe de la agencia nuclear de la ONU destacó
que la situación es muy “inestable y frágil” y que está en contacto con las
autoridades nucleares ucranianas para seguir los acontecimientos.
Para evitar incidentes similares en torno a otras
instalaciones nucleares, Grossi pretende viajar a Chernóbil para reunirse allí
con responsables de ambas partes y elaborar un acuerdo marco.
“Estoy listo para ir”, dijo el director general, al destacar
que las autoridades ucranianas le pidieron esta semana “asistencia inmediata”
para asegurar las instalaciones atómicas del país.
Es el momento de tomar acciones para evitar cualquier
peligro adicional, aseveró Grossi.
“Si vamos a ofrecer asistencia hay que estar allí, y el
primero en ir debe ser el director del OIEA”, dijo el director general, quien
afirmó que organizar esta cita en Chernóbil es “más eficaz en términos
diplomáticos”.
“Hemos visto ahora que a causa del impacto de un proyectil
se ha producido una situación anoche que podría haber sido dramática. Creo que
no deberíamos esperar a que ocurra algo así, antes de intentar remediarlo de
manera más eficiente”, concluyó Grossi.
Mientras que la OTAN y los Gobiernos de Ucrania y otros
países condenaron con vehemencia lo sucedido en Zaporiyia, Moscú habló de una
“provocación” y de un “plan criminal” perpetrado por supuestos “saboteadores
ucranianos” para acusar a Rusia de ser responsable de una fuga radiactiva.