¡Están locos; que el libro circule!
Libros
Viernes 11 de Marzo de 2022 9:11 pm
+ -
"Estoy
muy enfadado", dijo Paco Ignacio Taibo II, a través de un TikTok, sobre el
boicot que padece la cultura rusa.
El director del Fondo de Cultura Económica (FCE)
destacó su molestia en particular con la Feria del Libro Internacional (FIL) de
Guadalajara, por suspender contacto con cualquier editor oficial de la
Federación Rusa, anuncio que el encuentro librero compartió en redes sociales
el pasado 8 de marzo.
"¡Están locos! Esto no es un boicot contra la
Rusia, no, esto es un boicot a la cultura. ¡Que el libro circule!",
exclamó Taibo II.
Cuando la invasión rusa a Ucrania empieza su tercera semana, los artistas rusos -joyas de un país cuya riqueza artística también es una fuente de poder- pasaron al ostracismo.
El aislamiento de los artistas que comparten la visión
del Kremlin o que recibieron financiación del estado ruso recuerda a medidas
similares adoptadas durante la era del Apartheid en Sudáfrica, o el movimiento
que urgía a boicotear a Israel en solidaridad con los palestinos.
Jane Duncan, de la Universidad de Johannesburgo, que
ha estudiado boicots culturales como agentes del cambio político, dice que las
campañas de aislamiento basadas en la cultura o los deportes pueden ser
"muy eficaces porque pueden tener un alto impacto psicológico".
Duncan advierte, sin embargo, que un "boicot cultural general" podría dañar a los artistas críticos del régimen. A principios de los años 1980 en Sudáfrica, recuerda, surgió una forma de "doble censura", donde tanto los artistas cercanos al régimen como aquellos "procedentes de movimientos de liberación" fueron rechazados.
Cuando se trata de la responsabilidad política de los
artistas contemporáneos, Duncan dice que "basta con producirlo y
exponerlo".
"También tenemos que evitar poner a los artistas
en el aprieto de tener que hacer pronunciamientos políticos cuando quizá no se
sientan cómodos con ello", asegura.