Los equipos de rescate encontraron este fin de semana los
cuerpos de un niño de 3 años y de un hombre de 32 años entre los escombros de
las viviendas destruidas por un derrumbe en un pueblo de la provincia de Pataz,
en el norte de Perú, lo que elevó a ocho el total de muertos en el accidente. “Con profundo pesar quiero informar que hemos recuperado el
cuerpo de un menor de 3 años en el centro poblado de Retamas, en donde hace
unos días se produjo el deslizamiento de una ladera”, informó el ministro
peruano de Defensa, José Gavidia. El ministro agregó, en su cuenta de Twitter, que las
brigadas de rescate también ubicaron “a la última persona que se encontraba
desaparecida en Retamas”. “Se trata de César Lara de 32 años, con lo cual los 8
desaparecidos han sido hallados para tratar de aliviar el dolor de sus
familiares”, sostuvo. Gavidia remarcó que las autoridades seguirán “dando todo el
apoyo a las familias afectadas por esta tragedia”. El derrumbe de la ladera de un cerro afectó el martes pasado
decenas de viviendas en la localidad minera de Retamas, situada a unos 900
kilómetros la norte de Lima, en la región La Libertad. Desde el miércoles, el ministro Gavidia informó que los
desaparecidos por el accidente eran ocho, pero durante los primeros días los
equipos de rescate solo pudieron encontrar cuatro cuerpos, hasta que durante
este fin de semana ubicaron a los demás. Gavidia también precisó que fueron siete las casas
totalmente sepultadas por el lodo y las piedras, con lo que corrigió los
informes iniciales que reportaron entre 60 y 80 viviendas destruidas. Además, unas 70 personas fueron evacuadas para evitar el
riesgo de otro deslizamiento, mientras que las labores de rescate fueron
asumidas por equipos especializados de bomberos, la Policía Nacional, el
Ejercito peruano y trabajadores de la mina de la zona. El lugar del accidente fue visitado por el presidente Pedro
Castillo, quien conversó con los afectados, sobrevoló el área y se informó de
las labores de emergencia. El mandatario anunció que Retamas iba a ser declarada zona
de emergencia, lo cual se confirmó poco después en una sesión del Consejo de
Ministros, mientras que miembros de la comunidad pidieron más recursos en salud
y educación, y afirmaron que varias partes del distrito carecen de agua potable
y servicios sanitarios básicos. Al respecto, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento
indicó que un equipo de especialistas y técnicos evalúa los daños y coordina la
atención de los damnificados en esa localidad, ubicada a más de 7 horas por
carretera desde la ciudad costera de Trujillo.
