Carta de cristal más azul
Poesía
Jueves 21 de Abril de 2022 9:12 pm
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Las lágrimas se hinchan, se dilatan
Comienzan a girar sobre su eje.
Vicente Huidobro
Hoy
no me percaté si el cielo fue azul
o
si las aves volaron cerca del árbol
que
permanece lleno de nidos de palomas
en
el centro del patio de mi casa;
con
sus flores altas, en retoño de primavera.
Hoy,
a las 11.44 pm, 16 minutos antes de partir
a
dormir, me digo que despertaré y que mis miedos
habrán
soñado conmigo, a un lado de mi cabecera.
Estilando
una larga calzada que brota de mi mano.
De
cerca la luz y esa mujer descarnada
al
fondo de esa vieja travesía de piedra,
donde
mis pasos se vuelven y no hay lluvia.
Se
reflejan de ilusión en el espejo de la memoria
donde
la eternidad se vislumbra como hilo de tela de araña
azul
a la media noche,
cuando
las luces son violetas
y el frío es un abrigo para la soledad,
en
tiempos de guerra.
Cuando
la rosa es invisible al día.
nos espera para caminar
un
largo camino aún,
con
el recuerdo del que me dedicó
un
día un poema y no me di cuenta,
porque
pasar distraída es para no perder nada en serio.
Para
no dejarme vencer por el paso lento
de
las veinte mil noches de pijama de estrellas
con
el rostro anulado y la mirada puesta en el océano
en
busca de una foto más clara de mí,
del
universo y de todas las personas que contemplo
como
flores que se marchitan
en
lo más hondo de un recuerdo.
Cuando
los soles aparecen sólo por la imaginación,
Después de varios días en que trabajar me cansó
al
grado de respirar más de lo acostumbrado.
Para
recurrir a ese viejo poema que me satura
y
me garantiza cada lágrima como si fuera escribiendo
en
papel dorado letras oscuras, pero llenas de esperanza.
en
carta de cristal, con hojas de otoño
en
el regazo de la primavera,
cuando
los niños duermen.