Expertos analizan el comportamiento de los volcanes Bárcena y Evermann en México
Foto Internet
Sábado 23 de Abril de 2022 7:45 pm
+ -La zona de ubicación de los volcanes fue visitada por un equipo internacional de 10 científicos que estuvieron investigando si podría haber una erupción y cuándo ocurriría
¿Podría una
erupción volcánica frente a la costa de México desencadenar un tsunami como el
que devastó a Tonga? Para estudiar ese riesgo, así como las causas de
terremotos, un grupo de científicos visitó un remoto archipiélago.
Se trata de
las Islas Revillagigedo, ubicadas en el Pacífico mexicano, y conocidas como las
“Galápagos Mexicanas” debido a su aislamiento y a su biodediversidad.
En el
archipiélago de cuatro islas hay dos volcanes activos: el Bárcena, que tuvo una
espectacular erupción en 1953; y el Evermann, que la tuvo en 1993. Ambos
permanecen activos.
Las
Revillagigedo están en medio del océano y llegar a ellas toma 24 horas en
barco. Sus únicos pobladores son elementos de la Marina mexicana y el acceso
está restringido.
Por su
riqueza natural, en 2016 fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
UNESCO y entre sus contados visitantes civiles destacan los buzos atraídos por
mantarrayas gigantes, ballenas jorobadas, delfines y tiburones.
Pero en marzo
pasado fueron visitadas por un equipo internacional de 10 científicos que
estuvieron una semana investigando si podría haber otra erupción y cuándo ocurriría.
“Lo que
buscamos es saber qué tan explosivos y peligrosos pueden ser estos volcanes”,
dijo Douwe van Hinsbergen, profesor de la Universidad de Utrecht, en los Países
Bajos.
La
preocupación es que ocurra algo semejante a la cataclísmica erupción, en enero,
del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai, y que un tsunami se precipite sobre la
costa del Pacífico mexicano.
Esa erupción
dejó tres muertos y cubrió el archipiélago de ceniza tóxica y generó enormes
olas de tsunami que llegaron a las costas americanas del Pacífico. Su potencia
fue varios centenares de veces mayor que la bomba atómica estadounidense
lanzada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, según la NASA.
“Siempre,
cuando hay volcanes activos, volcanes en islas, siempre hay posibilidades de
generación de tsunamis”, dijo Pablo Dávila Harris, geólogo del Instituto de
Investigación Científica y Tecnológica del estado mexicano de San Luis Potosí.
“Lo que
buscamos los vulcanólogos es (saber) cuándo va a suceder la siguiente erupción”,
dice el experto, al explicar que, con base en el registro histórico de
erupciones, se puede establecer un modelo de la frecuencia eruptiva.
Los
científicos también esperan que el análisis de los minerales arrojados en
erupciones pasadas ayuden a entender el movimiento de las placas tectónicas que
causan los sismos y la actividad volcánica.
“Las placas
se mueven sobre el manto (terrestre). ¿El manto está empujando la placa o no?”,
se pregunta Van Hinsbergen.
Su hipótesis
es que el manto de la tierra es de hecho “un gran lago de roca” que esencialmente
es inmóvil, lo que estima tendría que replantear las teorías de qué es lo que
produce el movimiento de las placas.
“Si logramos
entenderlo, podríamos predecir mucho mejor por ejemplo el proceso que provoca
los terremotos”, añade Van Hinsbergen.
La misión
recibió financiamiento de un programa holandés de exploración. Ese programa,
según palabras del científico, busca explorar “ideas que lo más probable es que
sean equivocadas, pero que si no lo están, tendrán enormes implicaciones”.
Las muestras
recolectadas fueron enviadas a Europa para ser analizadas y se espera que los
resultados se conozcan más adelante este año.