Realizan homenaje al escritor Melquiades Durán
Julio César Zamora
Literatura
Miércoles 04 de Mayo de 2022 9:01 pm
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Autor de libros como Bajo el limonero en flor y Jardín Bonsai, de haikus, Pleito de perros, de cuentos, o Quetzalli, de literatura infantil que
reúne cuentos, poemas y adivinanzas, el escritor y poeta Melquiades Durán
Carvajal tuvo un merecido homenaje por su trayectoria en las letras, el 29 de
abril, en el auditorio del Centro de Cultura Escrita Miguel Ángel Cuervo, en la
ciudad de Colima.
Organizado por la Subsecretaría
de Cultura del Gobierno del Estado de Colima y amenizado por una Orquesta de
Cámara, un tenor y una soprano, que interpretaron algunas composiciones de
María Grever y Agustín Lara, como Granada,
que hizo cantar en voz baja al homenajeado, se realizó el evento frente a
decenas de asistentes, empezando por su esposa Blanca, hijos y nietos, entre otros
familiares, así como amigos, invitados y autoridades.
Después de la presentación
y la lectura de semblanza de Melquiades Durán, la escritora y directora de la
Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, Ada Aurora
Sánchez Peña, hizo un análisis integral de la obra del autor. Asimismo, el
escritor y subdirector editorial de Diario de Colima, Julio César Zamora
Velasco, habló sobre la vida, experiencias y diversas facetas de Melquiades
como amigo, creador y tallerista.
Tras los aplausos
de los asistentes, se dio la palabra al escritor de origen nayarita, avecindado
en Colima desde hace 40 años, quien expresó su agradecimiento al público, a los
participantes en el homenaje y a las autoridades de Cultura. Con un gran
entusiasmo, Durán Carvajal habló de su infancia, de su familia, de los momentos
más representativos de su vida, de los autores que lo han influenciado, de su
trayectoria como profesor, para luego rematar con un inolvidable deseo:
“Muchas gracias a
todos, debo confesarles que he sido un hombre feliz, por eso, cuando muera
quiero que el epitafio de mi tumba reúna cinco palabras: ‘Aquí yace un hombre
feliz’”.
Para cerrar el
homenaje, se abrió el micrófono a los asistentes, quienes aprovecharon para
felicitarlo y dedicarle algunas palabras. Acto seguido, las personas buscaron
tomarse la foto del recuerdo con Melquiades Durán, mientras que en el vestíbulo
se ofrecía a la venta la obra del autor.