“El Caníbal de Atizapán”: Cinco escalofriantes revelaciones de la serie documental
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Viernes 01 de Julio de 2022 7:09 pm
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Uno de los
casos más escalofriantes de asesinos seriales registrado en México es sin duda
el de Andrés Filomeno Mendoza Celis, un hombre de 72 años de edad, originario
de Oaxaca, que es conocido como “El Caníbal de Atizapán”.
Fue el 17 de
mayo de 2021 cuando, este hombre apodado como “El Chino”, fue detenido en la
calle Margaritas, en la colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán de Zaragoza.
Llevaba 30 años matando mujeres, descuartizándolas, regalando su carne y
enterrando los restos en su propia casa, la cual se convirtió en un enorme
cementerio.
Su última
víctima fue Reyna González Amador, madre de dos niñas, que tenía una tienda de
accesorios para celulares a unos metros de la casa de Mendoza, con quien
llevaba una relación de amistad.
Ante su
desaparición, su esposo, que es policía, emprendió su búsqueda y él mismo fue
quien entró por la fuerza a la vivienda de Andrés Mendoza y encontró el cadáver
de Reyna, destazada, como tantas otras.
A partir de
entonces, decenas de policías, bomberos y peritos comenzaron a trabajar en la
casa de este sujeto, pero no necesitaron mucho para darse cuenta que estaban
ante un criminal con una larga lista de feminicidios en su haber. Hallaron
identificaciones, decenas de zapatos, bolsos, maquillaje y restos humanos, todo
en un ambiente impregnado a vinagre, para que nadie se diera cuenta de sus
crímenes.
Fue tanto el
impacto e indignación por este caso, que la Suprema Corte de Justicia de la
Nación produjo una serie documental llamada Caníbal, Indignación Total, en la
que se han hecho fuertes revelaciones sobre el modus operandi de este hombre.
Hasta ahora
se han encontrado más de 4 mil restos óseos en la casa del feminicida, pero se
ha mencionado que incluso hay huesos hasta en los castillos que cimientan la
construcción de la vivienda.
1. ¿“El Caníbal de Atizapán” comía carne humana?
Cuando Andrés
Filomeno Mendoza Celis es cuestionado sobre si comía carne humana, él asegura
que no.
Dilcya
Samantha García Espinoza de los Monteros, Fiscal General para la Atención de
Delitos Vinculados a la Violencia de Género del Estado de México, al ser
cuestionada sobre actos de antropofagia por parte del feminicida, se reusó a
contestar argumentando que esos hechos no competen a la investigación.
Sin embargo,
Jonathan J. González, capitán el Cuerpo de Bomberos de Atizapán, indicó que
encontraron carne cocida en un plato y tortillas, lo que hace pensar que sí se
comía a sus víctimas.
2. “El Caníbal de Atizapán” regalaba la carne de
sus víctimas
A fin de
encubrir sus atroces crímenes, Andrés Mendoza regalaba la carne de sus víctimas
entre sus vecinos y policías municipales. Empaquetaba la carne y la repartía
diciendo que era de jabalí y que la traía de su natal Oaxaca. Incluso, a
algunas personas las llegó a invitar a comer a su casa.
Pero la carne
de sus víctimas no solo se quedaba en el Estado de México, pues cuando el
homicida visitaba el pueblo oaxaqueño de Zimatlán, llevaba hieleras llenas de
carne, preparada como carnitas o enchilada, y ahí decía que se trataba de carne
de puerco.
Cuando
visitaba su pueblo, también llevaba ropa y artículos femeninos, los cuales
regalaba entre sus vecinas; se trataba de las pertenencias de sus víctimas.
3. “El Caníbal de Atizapán” llevaba un registro
de sus víctimas
Jonathan J.
González, capitán del cuerpo de Bomberos de Atizapán, indicó que Andrés Mendoza
cometía sus crímenes en un sótano debajo de su habitación, donde casi todo
estaba manchado de sangre y había un olor muy desagradable.
También
relató que había libretas en las que llevaba el registro de sus víctimas, las
cuales, según él, ascenderían a alrededor de 30. En los cuadernos indicaba el
nombre y el peso de cada una de las partes del cuerpo que iba cortando.
También se
encontraron varias películas sobre asesinos seriales y libros de anatomía, los
cuales le habrían servido para perfeccionar sus crímenes.
En ese
sótano, en la parte del techo, construyó un pedestal de madera en el que
colocaba una cámara con la que se grababa mientras desmembraba los cuerpos de
las mujeres.
4. “El Caníbal de Atizapán” cosificaba a la mujer
y las veía como animales
La Dra. Feggy
Ostrosky, especialista en conducta humana, Neuropsicología y Psicofisiología
por la UNAM, señala que este hombre es un psicópata perfecto, con una
conciencia real del bien y del mal.
Respecto a su
visión sobre las mujeres, explica que este hombre las cosifica y deshumaniza,
que para él son individuos que carecen de sentimientos, y que “utilizan a los
demás para manipularlos”.
La experta
también indicó que las mujeres eran vistas por Andrés Mendoza como animales,
pues al trabajar como carnicero, sabía perfectamente cómo desmembrar a sus
víctimas.
5. “El Caníbal de Atizapán” no muestra
arrepentimiento
Al ser
entrevistado sobre su última víctima, este hombre reconoce su crimen e incluso
describe cómo la privó de la vida, sin embargo, en ningún momento muestra
arrepentimiento por sus actos.
“Pues sí, ya
ni modo. Ya lo que sucedieron, ya sucedieron (sic). Ya estoy aquí”, indicó.