De la fundación de Colima
Domingo 24 de Julio de 2022 8:27 am
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De allí me escribió todo lo que había sucedido,
y le envié a mandar que buscase un asiento que fuese bueno, y en él se fundase una villa, y que le pusiese nombre Coliman, como la dicha provincia. Y le envié nombramiento de alcaldes y regidores para ella.
CORTÉS PIZARRO, Hernando, -IV Carta de Relación
DOMINADA la resistencia de los locales, Gonzalo de Sandoval, acatando las órdenes de Hernán Cortés, fundó la Villa de Coliman, la octava en la Nueva España, en la ribera oriente del río Nagualapa o Grande, hoy Armería, a lengua y media de distancia de “la mar del Sur”, calculando, quizá, la eventualidad de poderlo habilitar como puerto fluvial con fácil salida al mar. Poblóse esta Villa con 95 hombres, según la relación de la visita hecha en 1554 por el visitador Lorenzo Lebrón de Quiñones.
“Los miembros del Cabildo presidido por el cap. (Francisco) Cortés, cansados de la insalubridad del lugar, el intenso calor (…), las plagas de mosquitos, sabandijas y alimañas, después de oír opiniones y tomar el parecer de todos (…) sobre el mejor sitio a escoger para hacer el traslado de la Villa, se votó mayoritariamente por la comarca de Tuspa (“Tuzapa”, según Provanza de Jerónimo López del 31 de agosto de 1536. Archivo General de Indias de Sevilla, España. Secc. Méx. 203, No. 6), donde existía un extenso y verde valle regado por aguas cristalinas de un río que bajaba de las faldas de los volcanes desde donde se extendía hermosa explanada hacia el sur por leguas de tierra vírgenes, fértiles y muy a propósito para cría de ganados mayores y menores”, lo que ocurrió el 20 de enero de 1527 (Del Río, Felipe Sevilla. “Breve estudio sobre la Conquista y Fundación de Coliman”. PC. 1973).
Hasta que el 24 de julio de 1973, previo conciliábulo, se definió lo que antes ya habían argumentado Jesús Amaya Topete y Luis Páez Brotchie con Felipe Sevilla del Río y el propio Carlos Pizano Saucedo, cuando se declaró que por carecer hasta el momento de la Cédula Real y el correspondiente Escudo de Armas, la fecha y el lugar que se citan son los más probables:
“Por deducción lógica, debe aceptarse que la primera fundación de que habla la tradición de la primera villa de Colima, con este nombre, tuvo lugar hacia cajitlan, situado en terrenos de la ex hacienda de caleras el 25 de julio de 1523 y la segunda, con el nombre de villa de San Sebastián de la provincia de Colima, en el poblado de Tuspa, el 20 de enero de 1527”.
Hipótesis, cabe aclarar, contraria a la hasta entonces “verdad histórica”, retomada de una de las tantas fantasías escritas a mediados del siglo XVII por el Fraile Antonio Tello, tanto por Miguel Galindo como por Ignacio G. Vizcarra y Francisco G. Carranza, quienes afirmaban a 1522 como el año preciso.
Antes hubo otros intentos por combatir la polémica de la fecha, el primero documentado, en 1954, se llevó en el Centro Social y Cultural Colimense de Guadalajara, A.C., siendo gobernador de Colima Jesús González Lugo; además del de 1957, de Palacio Nacional, en el Salón de los Estados, la IV Mesa Redonda de la XI Sesión del Congreso Mexicano de Historia, cuando gobernaba nuestro estado Rodolfo Chávez Carrillo; y el de 1971, de Historia Regional, organizado en la Universidad de Colima, siendo jefe del ejecutivo estatal, Pablo Silva García, quien también patrocinó el de 1973.
A este tiempo, 499 años de aquel pasaje, al margen de tergiversadas y parciales versiones o interesadas interpretaciones, incluso políticas; es menester conmemorar la fundación de Colima, si al menos pretendemos que la actual y las nuevas generaciones asuman la identidad y fortalezcan su arraigo, motivados por la historia que ha forjado a esta región cultural, fundada, como fue, en la simiente de dos razas, dos culturas, con la posterior suma de la africana y de la asiática, dando origen a una nueva estirpe, la mestiza. En cuya identidad, como principal legado, radica nuestra diversa y, por ello, valiosa idiosincrasia, creencias, valores, visión estética, colores de piel, estatura, tipo y color de pelo y ojos, vestuario, formas de ser, de hacer y pertenecer.