Colimenses por el mundo: El lugar indicado
Domingo 31 de Julio de 2022 8:52 am
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LEXINGTON es la segunda ciudad más poblada del estado de Kentucky, en los Estados Unidos de América, está localizada en una región conocida como Blue Grass, que quiere decir “hierba azul”, debido al color de la flor de poa, que es una variedad local que literalmente tiñe los prados de este lugar. También es llamada “la capital mundial del caballo” y es aquí en donde hace algunos años reside mi invitado de esta colaboración: Noé Osvaldo Fonseca Corona.
Fue en el año de 1991 cuando sus papás, Javier Fonseca y Victoria Corona, decidieron, en busca construir un mejor futuro, emigrar a los Estados Unidos, para el año de 1994 Noé pudo visitarlos, pero no fue hasta que concluyó su carrera que decidió irse a vivir con ellos.
Pero empecemos por el principio, Noé realizó sus estudios de educación primaria en la Escuela Balbino Dávalos, los primeros años y los últimos tres en la “Doctor Miguel Galindo”; cursó la secundaría en el grupo C de la escuela “Manuel Sandoval Vallarta”, mejor conocida como “la ochenta”; realizó su preparatoria en el Bachillerato #1, para finalmente titularse como Licenciado en Comunicación Social, egresando de la Facultad de Letras y Periodismo de la Universidad de Colima.
Pese a que en un principio su idea de irse a Estados Unidos era sólo para trabajar, juntar algo de dinero, regresar a Colima y continuar con sus planes, una vez allá, le gustó la ciudad y su forma de vida. Pues dice que, a pesar de no contar con mucha comunidad latina, la ciudad de Lexington es un lugar super tranquilo, con muy poco tráfico, lo que hace que los trayectos sean muy cortos. Además de tener una similitud muy particular con Colima: sus habitantes son muy amables, su trato siempre es cordial, pues, aunque no te conozcan, siempre te sonríen o te saludan.
Las estaciones del año son muy marcadas y en el tiempo de verano, como es este, los paisajes son simplemente espectaculares. En mucho, debido a esas imágenes de inmensas praderas verdes en las que se pueden observar impresionantes ejemplares de caballos pura sangre, que han hecho justamente que esta ciudad sea reconocida por su vocación para la cría de caballos de carreras y pura sangre.
Desde hace 17 años, Noé trabaja en un fabrica dedicada a producir “quemacocos” para autos, en donde es capitán del equipo de producción. Aunque su horario es pesado, ya que ingresa todos los días a las tres y media de la mañana y sale a las cuatro de la tarde. Dice que ya está habituado y disfruta hacerlo, pues a pesar del tiempo que lleva ahí, cada día aprende algo nuevo.
Quizá en un futuro, pero de momento no tiene ningún plan de regresar a vivir a Colima. Sebastián, su hijo, hoy tiene 18 años y estudia Ciencias Políticas en la Universidad de Kentucky. Además, su lugar de residencia está a unos 20 minutos de donde viven sus papás, por lo que le resulta muy conveniente quedarse un tiempo en este lugar; pero eso sí, cada vez que puede, regresa a nuestra ciudad a disfrutar de los amigos, de nuestras playas y, como buen colimense, a disfrutar de unos ricos sopitos y unas deliciosas enchiladas dulces. Y, como todos nuestros paisanos que emigran, ha tenido temporadas muy buenas y otras no tanto, como cuando por cuestiones de su situación migratoria tuvo que esperar 12 años para poder regresar, lo que dice fue muy duro; sin embargo, este período le dio oportunidad de añorar esta tierra que lo vio crecer. Hoy, Noé está casado con Elsa Voskuhl, con quien también comparte su gusto por el ejercicio, porque es un deportista nato.
La disciplina y el gusto por el deporte lo han acompañado a lo largo de toda su vida; es un excelente jugador de básquet, igual que su hermana Mónica, y de fútbol en sus años estudiantiles. Hoy es un consumado y súper disciplinado deportista que, por ningún motivo, deja de ejercitarse todos los días. Muchas gracias, Noé, por compartir tu historia; una historia que nos recuerda cómo la vida nos va redireccionando hasta ubicarnos en el lugar indicado. Sin esperarlo o planearlo, Noé encontró su destino lejos de nuestras fronteras a miles de kilómetros, pero por muy lejos que se encuentre, a donde quiera que va, lo dice sin titubear: como Colima no hay dos. Y tiene razón….
¿Deseas compartir tu historia o conoces a alguien que quiera hacerlo? Escríbeme, me encantará compartirla con los lectores de Colimenses por el mundo.
nana_cortes@hotmail.com