En el caso Ayotzinapa “se encubrió al más alto nivel”
Viernes 19 de Agosto de 2022 11:59 am
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El caso Ayotzinapa “fue un crimen de Estado” con “un
encubrimiento al más alto nivel” y a casi ocho años de los hechos no hay
indicios para afirmar que los 43 normalistas desaparecidos estén vivos.
Esas son las conclusiones preliminares del informe de la
Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa, que se
presentó ayer en Palacio Nacional, primero a las familias, en presencia del
presidente Andrés Manuel López Obrador, y posteriormente ante la opinión
pública.
Los avances remarcan que entre la noche del 26 y la
madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, autoridades
federales y locales conocieron en tiempo real la situación, por lo que pudieron
haber actuado para impedir la “desaparición y asesinato” de los estudiantes
perpetrados por Guerreros Unidos. Incluso, si el Ejército hubiera intervenido
los habría salvado, enfatiza el reporte, el cual puede consultarse en la página
del gobierno de México y de Gobernación.
“No hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentren
con vida; todos los testimonios y evidencias acreditan que fueron arteramente
ultimados y desaparecidos”, enfatizó el subsecretario de Derechos Humanos de
Gobernación, Alejandro Encinas, quien preside la comisión investigadora, creada
por orden de López Obrador.
El asunto provocó y sigue causando indignación nacional e
internacional, por los abusos a derechos humanos y la impunidad ante los
crímenes. Fue el más duro impacto a la pasada administración federal encabezada
por Enrique Peña Nieto.
El informe presentado por Encinas da cuenta de que la Marina
voló drones en la zona con los que se pudo determinar lo sucedido; además, la
Sedena tenía un elemento infiltrado en la normal de Ayotzinapa, quien es uno de
los 43 desaparecidos.
“La Sedena tenía dentro de la normal al soldado Julio César
López Patolzin, quien estaba realizando informes para la secretaría en la
escuela, era el responsable de informar lo que acontecía en las asambleas y de
las movilizaciones, e incluso estaba informado de los actos preparatorios de la
marcha de 2 de octubre”, para lo cual la escuela de Ayotzinapa había sido
comisionada con el fin de hacerse de los autobuses en los que normalistas de
diversas instituciones se trasladarían a la Ciudad de México.
Encinas agregó que este militar infiltrado estaba bajo el
mando del teniente de infantería Marcos Macía Barbosa, del 27 Batallón.
“Su último reporte fue al filo de las 10 de la mañana de ese
día y desapareció, junto con los otros estudiantes, sin que sus mandos hicieran
ninguna acción para garantizar su integridad y su búsqueda, como lo establece
el protocolo para militares desaparecidos, que, de haberse aplicado, hubiera
permitido no solamente proteger la integridad y buscar al soldado López
Patolzin, sino a todos los estudiantes.”
El funcionario remarcó que las autoridades supieron desde la
salida de los estudiantes de la normal hasta el momento que se dio la orden de
desaparición, a las 22:45 horas del 26 de septiembre de 2014.
“Todas las autoridades federales, estatales y municipales
estuvieron informadas de la toma de camiones, del traslado de estudiantes a
Iguala, de su llegada al Rancho del Cura y a la caseta de Iguala, su arribo a
la central de autobuses, de los hechos de persecución y de violencia de que
fueron objeto, lo cual las omisiones en las que incurrió estas autoridades
acreditan un nivel de responsabilidad, ya sea por acción, omisión o
negligencia, porque de haber intervenido oportunamente, con la información que
disponían, se hubiera impedido la desaparición y asesinato de los estudiantes”.
Con la revisión y análisis de todos los elementos –entre
ellos expedientes, registros telefónicos y de mensajería, testimonios, archivos
del Ejército y otras corporaciones, videograbaciones, entras otras– “se
acredita plenamente la colusión de autoridades de distintos órdenes de
gobierno, como los policías municipales de Iguala, Cocula, Huiztuco
Tetecuacuilco, con Guerreros Unidos para llevar a cabo la desaparición de los
muchachos”. Aseveró que la investigación no ha concluido y que paralelamente la
Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso de la FGR realiza
las indagatorias correspondientes.
“Estos son avances de investigación, estamos conscientes de
que aún tenemos una tarea larga por delante. No estamos cerrando las pesquisas,
sino que continúan hasta que encontremos toda la verdad, encontremos a los
muchachos y se castigue a los responsables”.