Polución provoca cáncer de pulmón en no fumadores
Domingo 11 de Septiembre de 2022 9:02 pm
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La contaminación del aire y las partículas vinculadas al
cambio climático favorecen la aparición de cáncer de pulmón en personas no
fumadoras, según una investigación presentada en el congreso que la Sociedad
Europea de Oncología Médica (ESMO) celebra en París.
El estudio, elaborado por científicos del Francis Crick
Institute and University College London, revela que las partículas que se
encuentran en los tubos de escape de los vehículos y el humo de los
combustibles fósiles promueven cambios cancerosos en las células de las vías respiratorias
y generan más casos de cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC) entre la
población que nunca ha fumado.
El estudio, según el oncólogo y coordinador de la
investigación Charles Swanton, constata la presencia del gen EGFR mutado en, al
menos, la mitad de personas con cáncer de pulmón que no han fumado en toda su
vida.
Y es que las células con mutaciones en los genes EFGR y KRAS
pueden volverse cancerosas cuando se exponen a contaminantes del aire.
La investigación realizada sobre una muestra de medio millón
de personas residentes en Inglaterra, Corea del Sur y Taiwán revela que la
exposición a concentraciones crecientes de partículas suspendidas en el aire
(PM2.5) está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
De hecho, demuestra que las partículas contaminantes
promovieron cambios rápidos en las células de las vías respiratorias que tenían
mutaciones en EGFR y en el gen KRAS, también relacionado con el cáncer de
pulmón.
Swanton, coordinador del estudio, reconoce que el riesgo de
cáncer de pulmón por la polución es más bajo que el que se desarrolla por
consumo de tabaco pero recuerda que, a nivel mundial, más personas están
expuestas a niveles peligrosos de contaminación del aire que a las sustancias
químicas tóxicas que provoca un cigarrillo.
Y es que, dice, “no tenemos control sobre lo que respiramos
pero sí hay una capacidad de decisión sobre el hábito de fumar”.
La investigación también corrobora que la contaminación del
aire influye en la liberación de una proteína (interleucina), que impulsa la
expansión de las células con mutaciones de EGFR. El estudio hace referencia a
ensayos previos en los que personas tratadas con anticuerpos anti-interleucina
inhiben significativamente la incidencia del cáncer.
Sobre las mutaciones y el desarrollo de tumores, la
investigación subraya que las mutaciones en genes EGFR y KRAS también están
presentes en tejido pulmonar normal (entre un 18 y 30 por ciento) y son
probablemente una consecuencia del envejecimiento.
Sin embargo, cuando estas mutaciones son expuestas a la
polución se observan más cánceres que cuando las células no lo están, lo que
sugiere que la contaminación ambiental promueve el inicio del cáncer en las
células que albergan mutaciones del gen conductor.
Para los autores del estudio, el siguiente paso será
descubrir por qué algunas células con mutaciones se vuelven cancerígenas cuando
están expuestas a contaminantes, mientras que otras no. Y de cara al futuro,
los investigadores plantean trabajar en la detección precoz y lesiones
precancerosas e intentar revertirlas con medicamentos.
Concluye el trabajo que dado que el consumo de combustibles
fósiles va de la mano de la polución y de las emisiones de carbono, los
profesionales de la oncología tienen el deber de parar la situación tanto por
razones ambientales como de salud.