“Pido en nombre de Dios que se acabe la guerra”, clama papa Francisco en nuevo libro
Domingo 16 de Octubre de 2022 4:32 pm
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El papa Francisco considera que “nunca hay lugar para la
barbarie de la guerra”, por lo que lanza un llamamiento a la humanidad: “Pido
en nombre de Dios que se ponga fin a la cruel locura de la guerra”, en su
último libro, del que el diario italiano La Stampa anticipa un extracto.
“Pido en nombre de Dios. Diez oraciones para un futuro de
esperanza”, es el título de la obra, en la que el pontífice reflexiona sobre la
guerra, que considera “el verdadero fracaso de la política”, al tiempo que dice
“basta” a la producción y comercio de armas y pide la erradicación de las
nucleares.
La guerra de Ucrania “ha puesto las conciencias de millones
de personas de Occidente ante la cruda realidad de una tragedia humanitaria que
ya existía desde hace tiempo y en varios países” y “nos ha mostrado la maldad
del horror de la guerra”, afirma el papa, que también menciona el resto de
conflictos que hay en el mundo en el texto divulgado por el rotativo italiano.
Francisco se dirige a las “autoridades locales, nacionales y
mundiales”, de las que “dependen las iniciativas adecuadas para frenar la
guerra”, a las que pide, “en nombre de Dios” que también digan “basta a la
producción y al comercio internacional de armas“.
Y que se erradiquen “las armas nucleares y atómicas” del
planeta, pues su existencia “pone en peligro la supervivencia de la vida humana
en la tierra”.
El papa también les insta a “que no manipulen la información
y que no engañen a sus pueblos para conseguir objetivos bélicos” porque “no hay
ninguna ocasión en la que una guerra pueda considerarse justa. Nunca hay lugar
para la guerra bárbara”.
“La guerra es también una respuesta ineficaz: nunca resuelve
los problemas que pretende superar”, dice Francisco, que se pregunta: “¿Acaso
Yemen, Libia o Siria están mejor que antes de los conflictos?”.
E indica el camino de la solución: “Son necesarios el
diálogo, la negociación, la escucha, la habilidad diplomática y la creatividad,
y una política previsora capaz de construir un sistema de convivencia que no se
base en el poder de las armas ni en la disuasión”.
Francisco asegura que “no hay conflictos justos” ni
“preventivos” y que es inaceptable considerar las vidas perdidas “como daños
colaterales” e insiste en que el mundo asiste “a una tercera guerra mundial en
pedazos que, sin embargo, amenaza con hacerse cada vez más grande hasta tomar
la forma de un conflicto global”.