Los cuentos como terapia
Gerardo González Ramírez
Viernes 25 de Noviembre de 2022 9:47 pm
+ -
El
doctor Bruce Lipton en su libro La
biología de la creencia nos dice que desde el vientre de nuestra madre y
hasta los 6 ó 7 años de edad aprendemos todo lo necesario para enfrentar el
mundo. Durante este tiempo almacenamos una increíble cantidad de información
que necesitamos para prosperar en nuestro entorno. Aprendemos muchas cosas en
muy poco tiempo a fin de sobrevivir y formar parte de nuestra comunidad social.
En esta etapa descargamos en nosotros todos los
programas de cómo es el mundo y cómo debemos de comportarnos. Nuestra mente no
sabe lo que es cierto y lo que no, lo que es malo y lo que no. Y acepta todas
las ideas del mundo como verdades. Absorbemos la vida, de nuestros padres,
familia, amigos maestros, de todos los que nos rodean, del ambiente donde nos
desarrollamos.
Los hábitos, dice el investigador Joe Dizpenza, son
series redundantes de pensamientos, conductas y emociones inconscientes y
automáticos que se instalan a través de la repetición. Aparecen cuando repites
algo tantas veces que acabas por programar el cuerpo para sustituir a la mente.
Con el tiempo, el cuerpo te arrastra a un futuro previsible basado en las
experiencias del pasado.
A estos hábitos, el psicólogo Pedro Hernández Guanir
los llama moldes mentales. Y dice que la mayoría de nuestros moldes mentales,
nuestros pensamientos, son negativos. Es decir nos entorpecen, nos generan
ansiedad, miedo, aprensión, inseguridad, incertidumbre, obsesiones,
insatisfacción, carencia, etc.
Lo deseable en nuestra vida es ir eliminando esos
moldes mentales que entorpecen la realización personal. Para eso se han buscado
caminos para su liberación, ya sean religiosos, místicos, psicológicos o
terapéuticos.
A partir de esta información he llegado a la
comprensión de que los cuentos, las historias, también pueden ayudar a superar
estos moldes mentales.
El Psicólogo Pedro Hernández dice que los problemas
del subconsciente no se resuelven en el consciente. Y que los problemas que nos
crea el subconsciente vienen cargados la mayoría de las veces de
irracionalidad. Muchos de nuestros moldes generan ideas, pensamientos emociones
irracionales. No entienden de un lenguaje lógico, consciente. Por eso muchas
veces por más que intentemos convencer a otro con un argumento lógico no sirve
de nada porque el subconsciente manda.
Entonces para tratar con el subconsciente, dice este
psicólogo, hay que hacerlo en su lenguaje irracional y no en el lógico de la
razón. Y ese lenguaje irracional es el lenguaje que teníamos de los
Algunas terapias utilizan ese lenguaje de los símbolos
y analogías para ir limpiando esos moldes que entorpecen a la persona.
Como muchos cuentos están llenos de simbolismo, magia
y analogías, resultan para nosotros una terapia sin reconocerlo. Cuando leemos
no estamos en el mundo racional, entramos a un mundo imaginativo, al de la
historia que nos transporta a otro mundo y suspende el nuestro. Es decir que si
nos sumergimos en su lectura entramos sin saberlo al lenguaje del
subconsciente. Entramos a la fantasía y nos encontramos con conflictos internos
relacionados a moldes mentales que deben ser reconocidos y enfrentados.
Esta lectura nos da la capacidad de luchar no a través
de lo racional sino de lo irracional. Nos ayuda a ver nuevas dimensiones a
nuestras pulsiones inconscientes a las que de manera consciente no podríamos
haber llegado. Los cuentos reestructuran nuestra comprensión de las decisiones
que tomamos en la vida.
Estas ideas las he ido desarrollando en mi comprensión
de la escritura de los cuentos de este libro.
Las investigaciones dicen que tenemos dos formas de
aprender. Una horizontal, que es cuando vamos ampliando lo que somos con nuevo
conocimiento. Y la otra vertical, que es cuando llegamos a un conocimiento que
nos cambia la vida. A partir de ese conocimiento nuestra visión del mundo se
transforma. Es como los llamados ritos de iniciación que hay en las etapas de
nuestro desarrollo. Hay un momento en que dejamos de ser niños para ser
adolescentes, hay un momento en que nos damos cuenta que ya no somos
adolescentes y entramos en la juventud. En que ya no somos jóvenes y nos
hacemos adultos, y en que ya no somos adultos y no damos cuenta que entramos en
la vejez. Son momentos determinados en que tomamos conciencia de que algo cambió,
que ya no podemos seguir viviendo igual.
En nuestra vida cotidiana también vamos teniendo esos
ritos de iniciación. Hay días en que todo transcurre normal y pasa algo que
altera nuestra percepción de alguna área de nuestra vida.
Entonces lo que estoy tratando de contar en mis
cuentos son esos momentos en que sucede esa revelación. Esos días en que
alguien se dio cuenta que su matrimonio no podía seguir así, alguien se dio
cuenta que no podía seguir siendo cobarde toda su vida, alguien se dio cuenta
qué hay que dejar ir a las personas muertas, alguien se dio cuenta que tenemos
que decidir a veces para valorar lo que es más importante en nuestra vida.
Trato de plantear en una historia corta un problema
existencial. Tenemos conflictos internos que se originan en nuestro
subconsciente, a veces somos incapaces de expresarlos claramente. Como todo
sucede en la mente, en un flujo, a veces no somos conscientes de lo que
escribimos, es un flujo como si fuéramos voceros del subconsciente que y
decimos cosas que no sabíamos que teníamos que decir. Y si el subconsciente usa
el lenguaje de los símbolos, la magia, y la analogía. Espero que estos cuentos
ayuden a cambiar algún molde mental inconsciente de alguna área de su vida.
Todo esto no es más que una invitación a la lectura.
Los cuentos, pueden ser nuestra terapia para extraer sentido a nuestra
existencia, para entrar en el subconsciente y transmutar esos moldes que no nos
dejan avanzar. Cuando leemos algo pasa, nos transformamos. Aunque sea
inconscientemente.
*Texto leído por el autor durante la
presentación de su libro Relámpagos
en el horizonte.