EL primero en andar por Colima fue el inicial motivo de dicha guerra civil, Porfirio Díaz, cuando huyendo, luego de lanzar su Plan de la Noria, el 9 de febrero de 1872, y acompañado por Pedro A. Galván, desembarcó en Manzanillo para refugiarse en Villa de Álvarez y en Colima, para unos días después irse a Jalisco con los simpatizantes de su propuesta de “No reelección”. Ya como presidente regresó varias veces, la más importante el 12 de diciembre de 1908, cuando inauguró el enlace ferroviario México-Guadalajara-Colima-Manzanillo, e inicio de las obras portuarias. También Francisco I. Madero estuvo acá, vino a promover su libro “La sucesión presidencial de 1910”, llegó por tren de Guadalajara, el 27 de diciembre de 1909; negadas otras opciones, al día siguiente, el 28, intentó su mitin en “El rastrillo” en el centro de la ciudad, mismo que fue interrumpido con tres golpes secos que un vendedor de birria dio con el lomo del cuchillo a su cajón de madera, al grito de ¡birria gorda! lo que al confundirse con balazos, hizo que Madero, asustado, saltara de la mesa que tenía como templete. Era diciembre de 1912, el 29, cuando un tal “licenciado García”, solitario y muy amable personaje se registró como huésped del hotel “Cosmopolita”. Era un tipo llamativo por su estatura y complexión, modo de caminar y maneras toscas, aunque vestía de traje completo, corbata, sombrero de bombín, zapatos lustrados y afeitado con el pelo corto engominado; personaje que como llegó se fue, después de una semana. Tiempo después, por noticias nacionales, el vecindario se enteraba que era Pancho Villa, quien, de incognito, venía prófugo de la cárcel de Santiago Tlatelolco, de donde se había fugado días antes. Venustiano Carranza vino a Colima, aunque él, como antes Díaz, arribó por Manzanillo el 17 de febrero de 1816, venía acompañado, entre otros, por Álvaro Obregón, Gerardo Murillo (Dr. Atl) y nuestro paisano Balbino Dávalos. Estuvo un par de días, realizó varios actos simbólicos de la causa, la gente lo trato bien, por lo que se ve en las fotos, era el hombre del momento como jefe del ejército constitucionalista, y en esa época encargado del Poder Ejecutivo Federal con funciones de Presidente. Una triste anécdota familiar del Caco Ceballos ilustra parte de su estancia. El oriundo de Jiquilpan, Michoacán, Lázaro Cárdenas del Río, a la postre Presidente de la República, se radicó en Colima siendo muy joven, las circunstancias lo trajeron, llegó herido teniendo por cárcel la ciudad capital colimota. Aquí convaleció sus heridas bajo el cuidado de “La Güera Plaza”, propietaria de la posada donde vivió durante su recuperación, tiempo en el que el general de 29 años de edad trabó amistad con lo granado de las familias colimenses y hasta de novia se hizo, lo que lo convirtió en visitante frecuente, incluso durante y después de su presidencia. De Plutarco Elías Calles no hay evidencia de que hubiera venido como Presidente o antes, pero sí vino como ex, “acompañando” al presidente Pascual Ortiz Rubio, invitados por el gobernador Salvador Saucedo y el senador José D. Aguayo, arribaron por tren el 27 de marzo de 1932. Tres meses después, el 22 de junio, un Tsunami arrasó con el balneario destrozando las construcciones frente a la playa, incluidos los dos lujosos chalets donde se habían hospedado los personajes, propiedades del exgobernador Francisco Solórzano Béjar y del propio Senador, respectivamente; lo que originó rumores.
