Senegal gana 2-1 a Ecuador y lo elimina de Qatar 2022
Martes 29 de Noviembre de 2022 11:44 am
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Un gol de Kalidou Koulibaly en el minuto 70, instantes
después del 1-1 anotado por Moisés Caicedo, eliminó a Ecuador del Mundial 2022
y clasificó para los octavos de final a Senegal, como segunda de grupo, por
detrás de Países Bajos.
La Crónica
No habrá Tri en los octavos del Mundial de Qatar, castigada
la selección ecuatoriana en el último partido, la recta final de un sueño que
se apaga con tanta amargura como ilusión había despertado una selección que no
fue capaz de rescatar el punto que le faltaba frente a Senegal (1-2).
Los campeones de África merecieron la victoria, más
incisivos, más decididos a ganar el encuentro que les permitía superar, por
segunda vez en su historia, la fase de grupos de un Mundial, 20 años después de
que alcanzaran los cuartos.
Y cuatro más tarde del fracaso ante Colombia, esta vez
superaron a una Ecuador que pagó su inexperiencia, la bisoñez de la benjamina
de un Mundial que abandonan con lágrimas en los ojos pero muchas promesas de
futuro.
Ecuador se doblegó en el último tramo, tras ilusionar contra
Catar y sorprender frente a Países Bajos, tras demostrar que la apuesta de Gustavo
Alfaro, la de una joven generación colmada de talento formado en Europa, tenía
cabida entre los mejores.
La Tri lo demostró con creces, pero le faltó el realismo de
la alta competición, el que tuvo una Senegal más bregada en esas citas, una
selección sólida que ha sabido sobreponerse a la baja de su estrella, Sadio
Mané, el segundo en la lista del Balón de Oro 2022, al que una lesión sacó de
la competición.
La Tri descubrió un papel que, hasta ahora, no le había
tocado jugar en Catar, el de la nación sometida por el rival, que impuso un
ritmo infernal, tensión absoluta, mucho físico para ir acorralando al combinado
sudamericano en su área.
El ímpetu africano fue tan intenso que apenas dejó oxígeno a
los de Alfaro para respirar, sometidos a los envites casi desde que se dio el
pitido inicial, inaudible entre las salvas de tambores de la grada senegalesa.
Desde el primer compás avisó Idrissa Gueye sobre las
intenciones de una selección que necesitaba el triunfo y no pasó ni un instante
sin que la meta de Galíndez dejara de estar en su mirilla.
Boulaye Dia se sumó al acoso a los 8 minutos, dando el tono
a otros compañeros en una labor de acoso y derribo que se saldó con una docena
de disparos en 45 minutos, más que en todo lo que llevaba de Mundial la sólida
zaga ecuatoriana.
En medio de la tormenta, solo un par de estiradas de Enner
Valencia y Moisés Caicedo dieron tregua a la Tri, que no tardó en verse de
nuevo asediada.
No era un acoso brutal, Senegal no conseguía desarbolar a la
zaga ecuatoriana, menos segura que en los duelos previos, pero era una lluvia
fina, no hiriente pero constante, que iba impregnando de peligro el partido.
Peligro para Ecuador. Peligro de muerte.
Sangre de penalti
La sangre llegó cuando asomaba el descanso e Ismail Sarr lo
intentó de nuevo, esta vez pilló desprevenido a Félix Torres y obligó a Piero
Hincapié a acudir en su rescate, pero el defensa del Leverkusen lo hizo con
tanta brutalidad que arrolló al jugador africano dentro del área.
La víctima del penalti se encargó de transformarlo, con
suavidad, al engaño, para colocar a Ecuador en posición peligrosa, obligado
ahora a remontar, los papeles cambiados.
Tocaba ponerse las galas que vistieron ante Países Bajos,
las que despertaron admiración por la forma en la que hicieron hincar la
rodilla a una de las aristócratas del fútbol, pero frente a otra de las de
abajo, una Senegal bien trabajada y urdida, no fue suficiente.
Alfaro revolucionó su centro del campo dando entrada a
Sarmiento y Cifuentes para llevar el partido más arriba y el segundo avisó en
apenas 3 minutos con un disparo lejano que detuvo Mendy sin problemas.
Se anunciaba tormenta sobre el portero del Chelsea, pero la
Tri se atascó en el duelo de musculatura que planteó Cissé, incapaz de
encontrar fluidez entre tanta adrenalina que enfangó el partido, sin que la Tri
supiera liberarse del enredo.
El banquillo envió al rescate a Djorkaeff Reasco, el hijo de
Neicer, que en 2006 participó en Ecuador que se clasificó para octavos de
final, un joven futbolista del Old Boys argentino que, minutos antes del
encuentro se había reunido con el ídolo francés de quien tomó prestado su
nombre.
La reacción llegó a los 68 a balón parado, un córner peinado
por Félix Torres que acabó en las piernas de Caicedo, que libre de marca solo
tuvo que fusilar a Mendy.
Pero la alegría apenas duró dos minutos y la sanción llegó
también a balón parado, en una falta desde la derecha del ataque senegalés que
Enner Valencia despeja mal y acaba en las botas de Kalidou Koulibaly para dar
de nuevo ventaja a los africanos.
El golpe fue ahora imparable, porque la ilusión todavía no
había llegado a la mente de los ecuatorianos, que se veía de nuevo obligados a
remontar, a perseguir un sueño.
Ecuador no se repuso, bregó en busca de nuevo del empate
salvador, pero la fe esta vez no fue suficiente y tampoco apareció el talento.
La reacción fue fría, casi inexistente, como si Ecuador se
resignara a una suerte cruel pero inapelable, rendidos a la superioridad de una
Senegal que no le perdió la cara al encuentro. Fue una despedida triste para un
Mundial ilusionante. Un adiós al presente para abrir pronto las puertas del
futuro.