Descubren por qué algunas personas no recuperan el olfato
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Sábado 31 de Diciembre de 2022 8:24 am
+ -La infiltración de células T provoca la inflamación del epitelio olfativo, que reduce las células sensoriales
Científicos
estadounidenses han descubierto que algunas personas no recuperan el sentido
del olfato después de infectarse con el SARS-CoV-2 porque el virus provoca una
agresión inmunitaria continuada que merma la cantidad de células nerviosas
olfativas.
El hallazgo, publicado
en la revista Science Translational Medicine, explica por fin cómo tiene
lugar un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La investigación también
arroja luz sobre las posibles causas subyacentes de otros síntomas prolongados
de la COVID-19, como la fatiga generalizada, la dificultad para respirar o la
falta de concentración, que podrían estar desencadenados por mecanismos
biológicos similares, según los investigadores.
“Uno de los primeros
síntomas que suelen asociarse a la infección por COVID-19 es la pérdida del
olfato. Afortunadamente, muchas personas recuperan el sentido del olfato en una
o 2 semanas, pero otras no”, apunta Bradley Goldstein, autor principal del
estudio e investigador de Neurobiología en la Universidad de Duke (Carolina del
Norte, Estados Unidos).
EPITELIALES: LA CLAVE
“Queríamos entender
mejor por qué algunas personas sufren la pérdida persistente del olfato durante
meses o años después de infectarse”, explica.
Junto a científicos de
Harvard y de la Universidad de California-San Diego, el equipo de Duke analizó
muestras epiteliales olfatorias recogidas de 24 biopsias, entre ellas las de
nueve pacientes con pérdida persistente de olfato.
El análisis mostró una
infiltración generalizada de células T que participaban en una respuesta
inflamatoria en el epitelio olfativo, el tejido de la nariz en el que están las
células nerviosas del olfato.
El proceso inflamatorio
persistió después de la infección y el número de neuronas sensoriales olfativas
se redujo, posiblemente debido al daño sufrido por el delicado tejido a causa
de la inflamación persistente.
Para Goldstein, “los
resultados son sorprendentes. Casi parece una especie de proceso autoinmune en
la nariz”.
Goldstein cree que saber
qué zonas están dañadas y qué tipos de células están implicadas es clave para
empezar a diseñar tratamientos.
Además, el equipo
considera alentador que las neuronas parecen mantener cierta capacidad de
reparación incluso después del ataque inmunitario.
A
su juicio, los resultados de este estudio también podrían ser de ayuda para
investigaciones adicionales sobre otros síntomas de la COVID-19 de larga
duración que podrían tener su origen en procesos inflamatorios similares.