“El Conejo” alega que casi le salvó la vida a García Luna, porque Beltrán Leyva quería decapitarlo
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Miércoles 01 de Febrero de 2023 9:05 pm
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*El testigo colombiano
afirma que Beltrán Leyva estaba enfurecido con el exfuncionario porque
consideraba que beneficiaba más a “El Chapo”
El narcotraficante
colombiano Harold Mauricio Poveda Ortega, alias El Conejo, que trabajaba en México para el cártel de Sinaloa,
aseguró que no conocía personalmente a Genaro García Luna, el exsecretario
mexicano de Seguridad en cuyo juicio testificó este miércoles. Sin embargo, de
acuerdo con su versión, prácticamente le salvó la vida.
Según el recuento de El Conejo, quien logró mantener al
jurado bien despierto y desató más de una carcajada, sobre todo entre los
medios mexicanos presentes, dijo que oyó hablar de García Luna cuando Beltrán
Leyva estaba enfurecido con el funcionario mexicano porque consideraba que
beneficiaba más a Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, que a él.
Tras varios operativos
donde fue confiscada droga de los Beltrán Leyva, Poveda dijo que Arturo
Beltrán, a quien llamaba “mi tío”, se hartó.
“Acaban de levantar al
hijo de… de García Luna”, oyó El Conejo
que dijo Beltrán. Como Poveda no sabía a quién se referían, preguntó quién era,
a lo que Beltrán habría respondido: “Es el jefe de la Policía Federal, el que
nos anda haciendo chingaderas por medio de El
Mayo Zambada [Ismael], El Chapo y
El Rey [Jesús Zambada]”.
Beltrán continuó. “Voy a
matar a ese hijo de su puta madre… voy a enviar su cabeza para que vea que conmigo
no se juega”.
Sin embargo, aunque no
lo conocía, al saber de quién se trataba, Poveda pensó en los problemas que
asesinar a García Luna podría provocar.
“Pero no lo mates. Se
nos va a venir el gobierno encima...”, recomendó El Conejo. Finalmente, Beltrán Leyva dejó libre a García Luna y
siguió negociando con él.
El Conejo, que habría recibido ese apodo porque marcaba la cocaína que
enviaba a Estados Unidos con la marca del conejito de Playboy, también contó a
detalle su captura, y lo que describió como todo un montaje.
Fue detenido el 4 de
noviembre de 2010 por agentes de la policía, vestidos de civiles, que lo
trasladaron a una casa de seguridad donde, alega el testigo cooperante de la
fiscalía, lo torturaron de diversos modos, incluyendo tehuacanazos y asfixia
con una bolsa.
Lo obligaron a ubicar
sus casas y las saquearon. Aunque les dijo que trabajaba para Beltrán Leyva,
ellos lo presentaron como gente de El Chapo -para ese entonces ambos ya estaban
peleados a muerte-. También lo obligaron a tocar cocaína, armas y municiones
que no eran suyas. Sin embargo, no lo presentaron sino hasta un día después, ya
con todo montado.
Ya preso, colaboró con
las autoridades mexicanas, antes de ser extraditado en 2012 a Estados Unidos.
Allí confesó haber sobornado a un guardia para que le permitiera quedarse más
tiempo en el área de visitas. Salió en libertad bajo fianza en 2019 tras firmar
un acuerdo de cooperación. Está a la espera de recibir sentencia definitiva.