La ciudad y el municipio de colima
Domingo 05 de Febrero de 2023 9:42 am
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UBICADA con la vista al fondo de los volcanes, al noreste del estado y a una altura promedio de 500 metros sobre el nivel del mar, con una población de aproximadamente 160 mil habitantes, ha sido, desde su fundación, el indiscutible centro histórico, social, político y cultural de la entidad.
Me refiero al municipio de Colima, la capital que según los historiadores Luis Páez Brotchie de Jalisco, y Felipe Sevilla del Rio de Colima, originalmente se fundó el 20 de enero de 1527, con el nombre de Villa de San Sebastián, inserta en lo que fue la vasta Provincia de Colima, denominación de hace 496 años que en tres décadas cayó en desuso hasta adoptar, según ellos, por el despoblamiento y desaparición del primer asentamiento hispánico en las inmediaciones del actual Tecomán, el de Villa de Colima, categoría política que mantuvo hasta el 10 de septiembre de 1824, cuando de Villa pasó a Ciudad de Colima.
Escenario activo el de la ciudad, como telón de fondo de los principales acontecimientos y residencia de sus protagonistas, albergando, por ejemplo, al cura Miguel Hidalgo, como párroco interino por espacio de 8 meses, de marzo a noviembre de 1792. Colima fue capital del territorio que devendría en estado de la federación a partir del 19 de julio de 1857, carácter con el que con el luto por el magnicidio de su primer gobernador, Manuel Álvarez, acaecido el 26 de agosto de 1857, recibió a Benito Juárez el 25 de marzo de 1858, para darle protección durante 2 semanas, tiempo en el que organizó su gabinete, administración y agenda. Estancia que dio a esta ciudad el carácter de residencia oficial de la Presidencia de la República.
Reconocida como la Ciudad de las palmeras, Colima se caracteriza por su buen clima durante la mayor parte del año y por sus espacios públicos de recreación familiar, como los parques La Piedra Lisa, El Rodeo y El Hidalgo, además de sus jardines, como el de La Libertad, el Juárez, el Núñez y el de San José, entre los más bellos, destacando el de San Francisco de Almoloyan, que alberga las únicas ruinas virreinales que, no obstante los terremotos, prevalecen del convento que fundó el primer asiento, abandonado en 1818, de la actual Villa de Álvarez.
Igual que sus espacios públicos, Colima cuenta con los mejores escenarios culturales del estado, como son sus museos, entre los que sobresalen el de Historia Regional, el de Arqueología en la Casa de la Cultura, el Mexiac y el Fernando del Paso, así como la Pinacoteca y el museo de sitio El Chanal, entre otros. Cada recinto con su programa específico, complementando una oferta enriquecida con los espacios artísticos, y aquí hablamos de la Casa de la Cultura con sus talleres y auditorio, así como el Teatro Hidalgo y el Archivo Histórico Municipal, sin descontar los festivales que luego de la pandemia están siendo retomados.
Población inicialmente asentada en el pueblo indígena reconocido como Tuspa, aquella Villa de hace medio milenio se transformó hasta arraigarse como un sitio mestizo, en el que a lo largo de cinco centurias han convergido entre nativos y europeos gente de otras razas, como la africana y la asiática, cuya mezcla ha diversificado los usos y el tejido social del que sus principales festejos son, por lo religioso, el llamado docenario Guadalupano, al que en diciembre convoca La Catedral Basílica, el de El Señor de la Expiración de Lo de Villa de cada martes, el de La Señora de la Salud a finales de enero, la de la Señora del Refugio, entre otros a los que los católicos manifiestan su fe con misas, verbenas y fiesta en torno a sus templos de culto.
Celebraciones a las que hay que sumar lo profano con la Feria de Todos Los Santos, surgida como ritual del recuerdo a nuestros difuntos y que, con asiento en la capital, cada año, desde hará más de cuatro siglos, con diversas denominaciones, por igual ha atraído comercio, arte y gente de todo el estado y la región trasvolcánica, para propiciar una convivencia que en la actualidad se extiende por 3 semanas a partir del último viernes de octubre.
Esta es la ciudad y municipio que adopté y en la que he sembrado y cosechado lo que puedo ostentar.