Científicos descubren el segundo agujero azul más grande del mundo en Bahía de Chetumal
Foto Internet
Jueves 02 de Marzo de 2023 7:08 pm
+ -Taam Ja’, que en lengua maya significa “agua profunda”, posee un área de 13 mil 690 metros cuadrados de superficie y una profundidad de 274.4 metros bajo el nivel del mar
El segundo
agujero azul más profundo del mundo, que recibe el nombre de Taam Ja’, fue
descubierto por investigadores del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) en la
Bahía de Chetumal, en Quintana Roo, institución que ha dado a conocer el
hallazgo.
Los
muestreos, expediciones de buceo, introducción de ecosondas, perfiladores CTD
(conductividad, temperatura y profundidad, por sus siglas en inglés) y la
recolección de muestras de agua realizados en el sitio iniciaron en septiembre
del 2021.
Los
resultados revelaron que el Blue Hole Taam Ja (TJBH, por sus siglas en inglés),
posee un área de 13 mil 690 metros cuadrados de superficie y una profundidad de
274.4 metros bajo el nivel del mar.
Esto lo
convierte en el segundo agujero azul más hondo, después del “Sansha Yongle”
localizado en China –con 300 metros de profundidad– pero en el primero en
identificarse en un sistema estuarino, como lo es la Bahía de Chetumal, cuerpo
de agua que se extiende sobre un área compartida entre México y Belice, con
profundidades de 2 a 5 metros.
Así
es la Bahía de Chetumal
La Bahía de
Chetumal cuenta con varias entradas de agua dulce y conexiones a sistemas de
lagunas adyacentes y manantiales subterráneos, con intercambio de agua salina,
de acuerdo con un artículo de investigación publicado el pasado 23 de febrero,
por Juan Alcérreca, Teresa Álvarez, Laura Carrillo, Laura Florez, Óscar Reyes y
Joan Sánchez, investigadores del Ecosur, a quienes se atribuye el hallazgo del
Agujero Azul.
“La investigación resultó en el descubrimiento de la segunda formación de agujero azul más profunda conocida en todo el mundo, con profundidades de agua máximas registradas de 274.4 metros bajo el nivel del mar.
“El
desarrollo de un agujero azul excepcionalmente profundo dentro de la bahía de
Chetumal tropical poco profunda es digno de mención y probablemente esté
asociado con cambios glacioeustáticos en el Caribe de la costa de Yucatán,
donde se desarrollan sistemas kársticos de tipo intermedio”, se resalta en el
artículo científico.
Taam Ja’ –que en lengua maya significa “agua profunda”– es descrito por las y los científicos que lo descubrieron como un agujero sumergido con forma casi circular en su superficie, con laterales empinados con pendientes de 80 grados, que forman una gran estructura cónica cubierta por sedimentos, piedra caliza y repisas de yeso.
Su boca se
encuentra a una profundidad de entre 4.5 y 5 metros bajo el nivel del mar y sus
propiedades del agua cambian significativamente –se lee– con gradientes de
temperatura y salinidad.
El hallazgo
es considerado de gran relevancia para la investigación marina y representa
además una ventana para obtener información de cómo eran el ambiente y el clima
hace miles de años, lo cual puede ayudar a la comprensión de los procesos
ambientales y geológicos, la conectividad de los acuíferos y el origen de agua
de estos sistemas hidrogeológicos”, indicó el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (Conacyt).
Con base en
el trabajo de las y los investigadores involucrados, la institución explicó que
las fosas marinas y los abismos marinos se forman paulatinamente a lo largo de
siglos y milenios por movimientos de placas tectónicas, alcanzando hasta 11 mil
metros de profundidad.
En tanto, los
agujeros azules se forman debido a procesos de fracturación, disolución y
colapso de suelos, como los pertenecientes a la plataforma de roca caliza de la
península de Yucatán y “son motivados por movimientos de entrada y salida de
agua marina, inundaciones u oscilaciones del nivel del mar durante los periodos
glaciares e interglaciares”.
En el
artículo científico se aclara que ésta, es la primer investigación sobre el
Agujero Azul que, sin ser exhaustiva, permitió explorar sus características
geomorfométricas y fisioquímicas; se sugiere realizar más estudios, se
considera necesario monitorear los cambios temporales de sus características y
explorar el intercambio de agua con el estuario circundante de la Bahía.
Se advierte
además que la ubicación cercana del Blue Hole a las costas de México y Belice
implicará, inevitablemente, un aumento de visitantes locales y extranjeros, el
desarrollo de actividades económicas y muy probablemente presión ambiental.
“Es posible
que se requieran medidas regulatorias, aunque el agujero azul forma parte de la
reserva estatal Santuario del Manatí.
“Actualmente, la población local no tiene conocimiento de la existencia del TJBH. Por lo tanto, los autores alientan a la comunidad científica a explorar, monitorear y ampliar las investigaciones del TJBH para sentar las bases adecuadas para la apropiación social responsable en el futuro cercano”, se indica.