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La historia olvidada de Theresa Malkiel, promotora del Día Internacional de la Mujer



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Sábado 04 de Marzo de 2023 6:08 pm

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Malkiel dedicó su vida a luchar por los derechos de las trabajadoras

Aunque el origen exacto del Día Internacional de la Mujer no está del todo claro (hay varias hipótesis al respecto), una de las teorías más extendidas vinculan su nacimiento con Theresa Malkiel, una rusa judía que emigró a Estados Unidos a principios del siglo pasado y que, como jefa del Comité Nacional de la Mujer del Partido Socialista de América (SPA), estableció en 1909 el Día de la Mujer, precursor del actual Día Internacional de la Mujer que cada año se conmemora el 8 de marzo.

Aunque dedicó su vida a luchar por los derechos de las mujeres, el de Malkiel es uno más de los muchos casos de mujeres destacadas olvidadas por la historia. Eso explica que, pese a su importante papel en cuestiones como la mejora de las condiciones laborales, el sufragio femenino o el acceso a la educación, se sepa poco de ella. En 1891, a los 17 años, llegó junto a su familia a Nueva York huyendo del antisemitismo de la Rusia zarista. Como tantas inmigrantes de la época, se vio obligada a trabajar en una fábrica de confección en unas condiciones deplorables. Por entonces era común que las trabajadoras hicieran turnos de hasta 18 horas cobrando un salario miserable. A menudo eran incluso encerradas en las fábricas para evitar que tomasen descansos.

Malkiel instó a las trabajadoras a unirse para luchar contra estas injusticias y se convirtió en coordinadora laboral. En 1899 se unió a las filas del Partido Socialista de América (SPA) y un año después, a los 26, se casó con el abogado Leon Malkiel. Pudo así dejar de trabajar en la fábrica, pero no dejó su activismo de lado. Siguió escribiendo folletos de propaganda y publicó numerosos artículos en el Periódico Socialista de Nueva York. Allí escribió sobre la famosa huelga de las camiseras de 1909, conocida popularmente como el ‘levantamiento de las 20.000’, una huelga en la que participaron principalmente mujeres inmigrantes judías que trabajaban en las fábricas textiles.


En 1910 publicó The diary of a shirtwaist striker, un relato ficticio sobre esa protesta contado desde punto de vista de una trabajadora nacida en Estados Unidos que se une a sus compañeras inmigrantes para exigir mejores condiciones laborales. La novela atrajo bastante atención y ayudó a conseguir la reforma de las leyes laborales tras el incendio de la fábrica de Triangle Waist de 1911, el mayor desastre industrial en la historia de Nueva York. Este incendio dejó 146 muertos: 129 trabajadoras y 17 trabajadores que habían sido encerrados en el interior de la fábrica, para evitar, según alegaron sus responsables, los robos que eran habituales en la zona. La mayoría de las fallecidas eran jóvenes procedentes de Europa del Este e Italia que habían participado en la huelga que había tenido lugar un par de años antes.

Un año antes, en 1909, Theresa Malkiel fue elegida jefa del Comité Nacional de la Mujer del SPA, un puesto desde el que continuó con su campaña para apoyar a las mujeres trabajadoras. Fue en esta etapa cuando estableció el Día de la Mujer, que se celebró por primera vez en Nueva York a finales de febrero de 1909. Una multitud de 2.000 personas se reunieron a las puertas del Liceo Murray Hill para escuchar a mujeres feministas y socialistas hablar sobre la importancia de la igualdad y el sufragio femenino. La jornada fue el germen de un evento que con los años fue ganando importancia en todo el mundo, hasta derivar en el actual Día Internacional de la Mujer que celebramos el 8 de marzo.

Durante los años siguientes, Malkiel trabajó activamente por el derecho al voto femenino, luchó contra la segregación racial en Estados Unidos y se opuso a la participación del país en la Primer Guerra Mundial. Llegó incluso a postularse, aunque de manera infructuosa, como miembro de la Asamblea del Estado de Nueva York. Tras alejarse de los partidos socialistas, pasó sus últimos años promoviendo la educación de las mujeres inmigrantes y fundó una asociación para la educación de adultos en Brooklyn.


Candela Navarro



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