Jóvenes trans se enfrentan a ofensiva de conservadores estadounidenses
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Sábado 08 de Abril de 2023 5:06 pm
+ -Adolescentes transgénero se alistan contra la ofensiva de conservadores estadounidenses
Leo, un
estadunidense de 14 años, lleva seis meses tomando testosterona. "Me ayuda
mucho, me siento más seguro de mí mismo, más en sintonía con mi identidad de
género", declara a la AFP.
Este
adolescente transgénero está preocupado por las leyes adoptadas por varios
estados conservadores para prohibir los tratamientos hormonales a menores que
no se identifiquen con su sexo de nacimiento.
“Lo único que
quiero es que me pongan la inyección cada semana”, dice con convicción. Asegura
que está “menos deprimido” gracias a la testosterona, que bloquea sus reglas,
aumenta el vello corporal y la musculación.
Leo vive en
una zona rural de Pensilvania (noreste), donde hay pocos “adolescentes queer”,
explica.
Por ahora las
autoridades locales los dejan tranquilos. Él espera que siga así por su propia
salud mental.
Porque antes
de empezar con estas inyecciones, “me hice daño”, deja caer sin entrar en los
detalles de estos dolorosos recuerdos.
Más del 56%
de los jóvenes transgénero ha tenido ideas suicidas en su vida y el 31% ha
intentado suicidarse, según la Academia estadunidense de pediatría.
También son
más propensos a la depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios, las
conductas de riesgo y las mutilaciones que el resto de los adolescentes.
“Los estudios
muestran que estos jóvenes se sienten mejor cuando tienen los medios para
expresar el género” con el que se identifican, mediante bloqueadores de la
pubertad o tratamientos hormonales, subraya Jack Drescher, profesor de
psiquiatría de la Universidad de Columbia.
Deprimidos
Pero, en
nombre de los efectos irreversibles de algunos de estos tratamientos, los
congresistas de una decena de estados, como Idaho, Indiana y Georgia, han
aprobado leyes para prohibirlos, a veces acompañadas de sanciones para los
médicos que las quebranten.
“Tal vez
protegen a unos cuantos niños, a aquellos que están confundidos, se creen
transgénero y luego se arrepienten, pero lo hacen a costa de los que se
benefician de estos tratamientos”, lamenta el profesor Drescher.
Más allá de
la legislación sobre los tratamientos médicos, estos estados también
multiplican las leyes para prohibir que los estudiantes trans usen los baños
del género con el que se identifican o para excluir a las mujeres trans de los
equipos deportivos femeninos.
“Debido a
todas estas leyes, muchos jóvenes están muy deprimidos, ya no tienen fe en el
futuro”, constata Rachel Smith, una mujer transgénero de 47 años que trabaja
como terapeuta conductual con jóvenes trans en Baltimore.
Según una
encuesta realizada por Trevor Project, una asociación de lucha contra el
suicidio que trabaja con jóvenes LGTB+, el 86% de los jóvenes trans o no
binarios afirma que este frenesí legislativo ha tenido un impacto negativo en
su salud mental.
Miedo
Rachel Smith
participó recientemente, al igual que
Leo, en un "día de visibilidad trans" en Washington, donde una
artista vestida de blanco y embadurnada de sangre falsa llamó la atención sobre
el riesgo de suicidio en la comunidad.
La terapeuta
consideró beneficiosa esta actuación, a pesar del riesgo de que exacerbe la
angustia de los padres, aterrorizados por el contexto actual.
“Tengo miedo
por mis hijos”, reconoce Jaclynn, una madre de 44 años que vive en una
localidad de Carolina del Norte (este).
De sus cuatro
hijos, uno es transgénero, otro queer. "Ambos están siguiendo terapia y
uno de ellos ya ha intentado suicidarse", afirma.
“Es en parte
por eso” que los trajo a Washington, para ayudarles a sentirse acompañados.
Las personas
trans y sus familias temen que este clima suscite hostilidad.
El padrastro
de Leo, que lo acompañó a la protesta en Washington, se siente aliviado de que
"nadie les gritara".
Sin embargo,
al día siguiente, en la capital, un puñado de activistas de extrema derecha
atacó a activistas que llevaban carteles en los que se leía "Protejan a la
juventud trans", delante de la Corte Suprema.
La policía
intervino rápidamente y nadie resultó herido.