El noble oficio de carbonero me ha dejado mucha satisfacción: Andrés Flores
Foto de Roxana Alanis Reyes
Sábado 06 de Mayo de 2023 7:26 am
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“Tengo 17 años dedicándome a este oficio, el cual me ha dejado mucha satisfacción, pues con el apoyo de mi hijo Christian, he logrado con ello un desenvolvimiento social dentro la economía local, siendo elegido para representar y dirigir la Cooperativa de Carboneros del Valle de Tecomán y consolidarme como una cooperativa totalmente renovable, logrando el registro de nuestra marca ‘Carbotec’ ante el IMPI”.
Con estas palabras y su rostro lleno de orgullo y satisfacción, es así como Andrés Flores Sánchez se expresó al haber sido abordado durante una mañana calurosa, muy común para el Valle de Tecomán, junto a los hornos de carbón.
Andrés, de 55 años de edad, quien es dirigente de la Cooperativa de Carboneros del Valle de Tecomán, de origen campesino, antes de dedicarse a la producción del carbón, era zapatero y cortador de limón.
En 2002 comenzó a realizar hornos de carbón como una actividad familiar, que posteriormente lo llevaron a él y su hijo a la comercialización. A don Andrés, le reconocieron un liderazgo dentro de las organizaciones de comerciantes.
Actualmente vive en la zona centro del municipio, pero como todos los días tiene que salir a trabajar, y recorrer una gran brecha a las orillas de Tecomán, para así, “echar mano” de esta producción y de la que sustenta a una familia, que además es de mucha utilidad para las personas.
En cuanto a la producción de este carbón vegetal, comentó que “Carbotec” está dedicada a la producción de carbón vegetal proveniente de madera aprovechada y de árboles frutales 100 por ciento renovables, así como de huesillo de coco.
“Comercializamos carbón orgánico de calidad, que ofrece un fácil encendido, temperatura consistente y larga duración, ideal para asar carne, cocina casera, cocina económica, restaurantes, etcétera”, indicó.
PROCESO DEL CARBÓN
Andrés Flores explicó que la producción de carbonización de maderas frutales para la obtención de carbón vegetal, consiste en dos métodos o maneras principalmente; uno: empleando el método tradicional, que consiste en apilar madera en forma de volcán y después cubrirla de zacate, pastura o cartón para después taparla con tierra, dejando previamente respiraderos o ventilación en la parte baja, para que permita la entrada de oxígeno y al mismo tiempo sirva como chimenea para el desahogo de humo.
Una vez que se ha tapado casi por completo, se procede a encender el horno; ya encendido, se cubre por completo de tierra para iniciar el proceso de la fosilización o deshidratación de la madera, el proceso varía de acuerdo con el tamaño del horno y del tipo de madera que se está procesando. Durante el proceso se debe cuidar que no se le hagan hoyos al horno y entre oxígeno de más, pues este puede provocar que la madera se consuma y se vuelva ceniza.
“Sabremos que nuestro horno de carbón está comenzando a terminar su proceso cuando las entradas de oxígeno comienzan a expulsar fuego o flama, se debe esperar a que termine este ciclo, quedando solo carbón al rojo vivo, una vez que sucede este paso, se debe ir tapando dichas entradas, hasta finalizar cada una el proceso. Lo recomendable es esperar de 4 a 5 días después de terminar el proceso de carbonización para poder abrir el horno y extraer el carbón”.
HORNOS DE MEDIA NARANJA
Actualmente, dijo Flores Sánchez, modernizamos el proceso de carbonización en hornos de barro llamados de media naranja, el cual consiste en hornos de ladrillos cubiertos de barro que se rellenan con madera para su encendido. Estos hornos a diferencia del horno de tierra ya cuentan con entradas de oxígenos y válvulas de alivio para la expulsión de humo y gases; el proceso de carbonización es similar al de tierra. El tiempo de espera aproximado, recomendado para extraer el carbón es de 8 a 9 días de preferencia según sea el tamaño de dicho horno.
CONSOLIDACIÓN DE LA EMPRESA
En entrevista, Flores Sánchez detalló que la cooperativa nace por la reubicación de los carboneros que se encontraban dentro la zona urbana del municipio de Tecomán, así como de otros carboneros que estaban en huertas aledañas a la población en 2007.
“Nos consolidamos formalmente como empresa en 2015, llegando a representar orgullosamente al municipio de Tecomán y al estado de Colima en los diferentes eventos, así como la participación dentro de instituciones educativas, la comercialización dentro de diferentes puntos del estado de Colima”, indicó.
Asimismo, explicó que, debido a la pandemia, la producción de carbón se aminoró considerablemente, sufridos decesos de socios y familiares, lo que dio lugar a deserción por parte de productores en este noble oficio.
La producción de carbón a partir de 2023 comenzó a surgir nuevamente, gracias a la estabilización social en cuanto al tema de salud.
En cuanto a los precios, dijo que en costal tiene un costo de 150 pesos; en bolsa, en 17 pesos.
Don Andrés enfatizó alegremente que ha logrado participaciones en cursos, exposiciones de talla nacional, así como estatales y municipales. Ha obtenido reconocimientos por el Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes) por ser una de las cinco empresas a nivel nacional de cooperativas exitosas en 2017, por mencionar algunos; también la Cooperativa fue objeto de estudio por dos alumnos, como tema de titulación.
Reiteró que este oficio, de ser carbonero, no ha sido nada fácil, “pero también es un orgullo para la familia, pues esta fuente de empleo permitió la continuación educativa de mis hijos, siendo Christian quien me ha apoyado y acompañado durante todo el proceso, hasta y después de la consolidación como empresa.
“A todos los socios que integran la Cooperativa, que junto a ellos se ha podido llegar hasta el día de hoy, les agradezco infinitamente por su ardua labor, apoyo y respaldo, así como a nuestros clientes, que sin ellos este proyecto no hubiera sido posible”, concluyó.