Texas desplegará boyas en el Río Grande para frenar los cruces de migrantes
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Sábado 08 de Julio de 2023 9:16 am
+ -Los defensores de los inmigrantes expresaron su preocupación por los riesgos de ahogamiento y los ambientalistas cuestionaron el impacto en el río
Texas comenzó
a emplazar el viernes lo que se convertirá en una nueva barrera flotante sobre
el río Bravo, en la más reciente intensificación de las medidas
multimillonarias del gobernador republicano Greg Abbott para reforzar la
seguridad en la frontera con México, las cuales ya han incluido enviar en
autobús a migrantes a estados gobernados por demócratas y autorizar a la
Guardia Nacional para que realice arrestos.
Pero incluso
antes de que las enormes boyas naranjas fuesen descargadas de los camiones que
las transportaron hasta la ciudad fronteriza de Eagle Pass, ya había
preocupaciones con respecto a esta parte del desafío sin precedentes de Abbott
a la autoridad del gobierno federal en torno a la regulación de la inmigración.
Activistas
por los derechos de los migrantes expresaron sus temores por los riesgos de
ahogamiento, y los ambientalistas cuestionaron el efecto que las boyas tendrán
sobre el río Grande, nombre con el que se le conoce en Estados Unidos.
Docenas de
las enormes boyas esféricas estaban apiladas sobre las plataformas de cuatro
tractocamiones en un parque de la ciudad cercano al río el viernes por la
mañana.
Colocar las
barreras podría llevarse hasta dos semanas, según el teniente Chris Olivarez,
portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, que está supervisando
el proyecto.
Una vez
instaladas, las partes del sistema que se ubicarán en la superficie del río y
las mallas con las que están conectadas se extenderán 305 metros en la zona
central del río, con anclas sobre su lecho.
Eagle Pass
forma parte de un sector vigilado por la Patrulla Fronteriza donde se ha
registrado el segundo número más elevado de cruces de migrantes este año
fiscal, con unos 270 mil encuentros, aunque esa cifra es menor que la de esta
misma época el año pasado.
La dinámica de
los cruces cambió en mayo después de que el gobierno del presidente Joe Biden
dejó de implementar el Título 42, una política de salud pública que se puso en
práctica para evitar contagios por la pandemia de Covid-19, y que obligó a
muchos solicitantes de asilo a regresar a México. Las nuevas normas les
permitieron a las personas solicitar asilo a través de una aplicación
gubernamental y pedir citas en los puertos de ingreso, aunque el número máximo
de personas a las que se les permite el ingreso por día ha sido fijado en mil
450. Las políticas del gobernador de Texas están dirigidas a la gran cantidad
de gente que se siente frustrada por ese tope y decide cruzar el río
ilegalmente.
Las medidas
previas de Abbott para restringir el cruce fronterizo de personas han incluido
instalar alambre de púas a lo largo de kilómetros en puntos populares de cruces
sobre el río y crear puestos de control estatales adicionales a los retenes
federales para inspeccionar el tránsito comercial que ingresa.
“Siempre
tratamos de emplear cualesquiera estrategias que sean eficaces para el
aseguramiento de la frontera”, dijo Abbott en una conferencia de prensa el 8 de
junio en la que presentó la estrategia de las boyas.
Pero el
estado no ha dicho qué pruebas o estudios se han realizado con el fin de
determinar los riesgos para las personas que intenten rodear la barrera, ni los
impactos ambientales.
Activistas,
atentos ante nueva barrera flotante en la frontera EE.UU.-México
Activistas
por los derechos de los inmigrantes, incluida la hermana Isabel Turcios, una
monja que supervisa un refugio para migrantes en la ciudad de Piedras Negras,
México, ubicada al otro lado del río frente a Eagle Pass, han permanecido
atentos a los efectos de la nueva barrera sobre la migración. Turcios dijo que
se reunió con el Departamento de Seguridad Pública de Texas en los días previos
a la llegada de las boyas y le dijeron que la barrera flotante sería colocada
en aguas profundas para que sirva como advertencia a los migrantes y eviten así
pasar por el área.
Turcios dijo
estar al tanto de que muchos de los casi 200 migrantes que se hospedan en su
albergue en un día cualquiera no se sienten disuadidos de cruzar ilegalmente a
pesar del alambre de púas. Pero ese alambre provoca más peligro porque obliga a
los migrantes a pasar más tiempo en el río.
Durante la
conferencia de prensa en junio en la que Abbott habló, Steven McCraw, director
del Departamento de Seguridad Pública de Texas, se refirió al peligro que los
migrantes podrían enfrentar luego de que se emplacen las boyas.
“Cada vez que
se meten a esa agua, es un riesgo para los migrantes. Este es el disuasor para
ni siquiera ingresar al agua”, declaró McCraw.
Hace menos de
una semana -alrededor del feriado por el 4 de julio- cuatro personas, entre
ellas un bebé, se ahogaron cerca de Eagle Pass mientras intentaban cruzar el
río.
La Comisión
Internacional de Límites y Aguas, un organismo federal cuya jurisdicción
incluye la delimitación de fronteras y supervisar el cumplimiento de los
tratados entre Estados Unidos y México, dijo que Texas no le envió un aviso
acerca de la barrera flotante propuesta.
“Estamos
estudiando lo que Texas está proponiendo públicamente para determinar si y cómo
impacta esto a nuestra misión de llevar adelante tratados entre Estados Unidos
y México con relación a la delimitación fronteriza, el control de inundaciones
y la distribución de agua, la cual incluye al Rio Grande”, dijo Frank Fisher,
portavoz de la comisión, en un comunicado.
El viernes
por la mañana, activistas ambientales de Eagle Pass y Laredo, otra ciudad
fronteriza de Texas ubicada unos 185 kilómetros (115 millas) río abajo,
efectuaron una manifestación junto a la frontera que incluyó una oración por el
río antes del emplazamiento de la barrera.
Jessie
Fuentes, propietario de un negocio de canoas y kayaks que lleva a paseantes a
recorridos por el río Bravo, djo estar preocupado por las consecuencias
inesperadas. El viernes presentó una demanda para impedir que Texas use las
boyas. Está solicitando una orden judicial, pues dice que su negocio de remo se
verá afectado al tener un acceso limitado al río.
“Sé que va en
detrimento del caudal del río, de la ecología del río, de la fauna y la flora.
Cada aspecto de la naturaleza se ve afectado cuando pones algo que no pertenece
al río”, declaró Fuentes.
Adriana
Martinez, profesora de la Universidad del Sur de Illinois que creció en Eagle
Pass, estudia las formas de los ríos y cómo mueven sedimentos y crean
accidentes geográficos. Dijo que le preocupan las posibles consecuencias de la
instalación de mallas.
“Muchas cosas
flotan río abajo, incluso cuando no está desbordado; cosas que uno no puede
ver, como ramas grandes, piedras grandes”, señaló Martinez. “De esa forma,
cualquier cosa así podría quedar atrapada en estas boyas y modificar la forma
en que el agua fluye alrededor de ellas”.