Vehículos incendiados siembran miedo en 13 estados: ardieron 106 en sólo 46 días
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Viernes 18 de Agosto de 2023 10:01 am
+ -El crimen organizado busca infundir terror y la población externar su hartazgo, especialistas
Un total de 106
vehículos fueron incendiados en los últimos 46 días por grupos criminales o
pobladores. De acuerdo con especialistas, con estas acciones el crimen
organizado busca infundir terror, mientras que la población muestra su hartazgo
ante demandas ignoradas por las autoridades.
Los hechos ocurrieron en
13 estados del país: Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Guerrero,
Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Morelos, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y
Zacatecas, entre julio y hasta el 11 de agosto, según una revisión realizada
por Organización Editorial Mexicana (OEM).
Guerrero es la entidad
con más unidades siniestradas, al registrar 27, principalmente en Acapulco y
las regiones Centro y Montaña Baja. En segundo lugar se ubicó Veracruz con 17 y
en tercer puesto Chihuahua, con 12 siniestros.
En la mayoría de los 29
hechos que derivaron en la quema de al menos un vehículo, grupos de la
delincuencia organizada fueron los autores, estrategia que según expertos
consultados por El Sol de México
sirve para intimidar a la sociedad y hacerse notar frente a grupos
antagonistas, así como autoridades locales y federales.
“Es un intento de los
grupos criminales de poner en evidencia a las diferentes policías de los tres
órdenes de gobierno, en sus incapacidades e imposibilidades de brindarle
seguridad a la población y al mismo Estado”, dijo Leopoldo Rodríguez Aranda,
director general de GESEC, consultora especializada en políticas públicas y
seguridad.
De acuerdo con Rodríguez
Arana, también se configura una muestra clara de terrorismo, debido a los
ataques con minas y coches bomba.
“La palabra es muy
fuerte, pero aplica la definición básica de terrorismo, que son acciones
violentas de diferentes maneras, sobre todo con colocación de bombas, en las
que los grupos que se atribuyen estos hechos tienen como objetivo sembrar
terror y demostrar, tanto a la población como al Estado, la imposibilidad para
contener este tipo de eventos. Y también como un mecanismo de demostración de
fuerza”, agregó.
David Saucedo, consultor
en programas de gobierno y especialista en seguridad pública, prefirió utilizar
la palabra narcoterrorismo, pues a diferencia del terrorismo convencional, los
grupos del crimen organizado no buscan objetivos políticos o religiosos, sino
fines económicos y criminales.
Ejemplo de estos hechos
son los ocurridos el pasado 2 de agosto, cuando en cinco diferentes puntos de
la carretera Acapulco-Zihuatanejo integrantes de la delincuencia organizada
prendieron fuego a 11 vehículos, entre autobuses, unidades de reparto de
abarrotes y autos particulares.
Ese mismo día, un camión
urbano fue quemado en la colonia Progreso, en Acapulco, mientras que el 6 de
agosto, una Urvan fue calcinada junto con el chofer que conducía la unidad en
Tierra Colorada, en la carretera Acapulco-México. Autoridades locales
atribuyeron este nivel de violencia a la disputa de territorios entre grupos
del crimen organizado y el llamado cobro de derecho de piso.
El 9 de julio, en
Chilpancingo, Guerrero, siete vehículos Urvan y taxis fueron calcinados,
algunos afuera de la delegación de la Fiscalía General de la República y en la
carretera México-Acapulco y Tixtla Chilapa.
Aunque en la mayoría de
los hechos que derivaron en quema de vehículos participaron integrantes del
crimen organizado, también destacan incidentes donde los responsables fueron
pobladores que se enfrentaron con autoridades, así como disputas entre integrantes
de las rutas de servicio de transporte público.
El 25 de julio,
pobladores de Zacualtipán, Hidalgo, quemaron siete vehículos frente al
Ayuntamiento en protesta por la muerte de un adulto mayor, quien presuntamente
fue golpeado por policías del municipio. Además, se trasladaron al domicilio
del presidente municipal, Édgar Josué Moreno Gayosso, y quemaron una camioneta
y una motocicleta que estaban en el patio de su casa.
Integrantes del Frente
Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) realizaron protestas para exigir
justicia por el asesinato de uno de sus compañeros. En Tantoyuca, Veracruz,
incendiaron 15 vehículos el pasado 25 de julio, lo que afectó los tramos
carreteros. Mientras que en Chiapas, armados con garrotes y machetes,
bloquearon la carretera Ocosingo-San Cristóbal de las Casas, donde, además,
quemaron dos unidades de carga.
“(Uno de los alicientes
para la población de llevar a cabo estos actos) es la impunidad. Si la gente,
además de que no es atendida en una causa muy localizada, ve que la
delincuencia o el contexto es de desorden ellos también se sienten, a veces,
con ese derecho de quemar vehículos en total impunidad”, explicó Jorge Alberto
Lara, académico de la Facultad de Derecho de la UNAM y especialista en
seguridad y justicia.
David Saucedo y Leopoldo
Rodríguez Aranda recordaron que la quema de vehículos en el país data de los
años 60, cuando grupos estudiantiles en la Ciudad de México y Jalisco atacaban
patrullas e incendiaban autobuses de transporte público como muestra de inconformidad
hacia las autoridades, acciones que fueron retomadas por la delincuencia
organizada, y que se mantienen en protestas de otras naciones, como Brasil y
Francia.
“Las organizaciones
civiles en ocasiones dan este paso adelante, no son en muchas ocasiones
manifestaciones pacíficas, sino que tienen también un componente de resistencia
a la autoridad mediante el ataque a sucursales bancarias, el secuestro de
patrullas, la quema de vehículos. Se trata de un tema de violencia social, no
es violencia criminal”, matizó Saucedo.
Los tres especialistas
coincidieron en que la quema de vehículos no cuenta con elementos para castigar
la acción como terrorismo, sino que, se podrían fincar responsabilidades por
robo, daño a propiedad privada y obstrucción de las vías de comunicación.
El Sol de México consultó sobre esta situación a la
Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana para conocer cómo actúa
para frenar este tipo de acciones y si los delitos se tipifican a escala
federal, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta.
PÉRDIDAS ECONÓMICAS
El delegado en Veracruz
de la Alianza Mexicana de Organizaciones Transportistas AC (Amotac), Juan Ciro
Durán Mendoza, aseguró que las pérdidas económicas para transportistas y
empresarios cada vez que hay bloqueos en carreteras suelen ser millonarias y en
algunos casos, como cuando hay saqueos, irremediables.
Eventos de este tipo,
indicó Jorge Alberto Lara, académico de la Facultad de Derecho de la UNAM y
especialista en seguridad y justicia, también representan una ventaja operativa
a favor de los criminales, pues logran inhibir las acciones de la justicia al
impedir el paso por caminos y carreteras.
También resultan
económicamente viables en recursos materiales y humanos, pues no se necesitan
altas cantidades de dinero para hacerlo y quienes los perpetran pocas veces son
perseguidos por las autoridades.
Con información de Editoras OEM