Defensores de los migrantes rechazan la propuesta de ley de seguridad fronteriza
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Lunes 05 de Febrero de 2024 7:34 pm
+ -Organizaciones sostienen que el proyecto bipartidista reviviría las políticas migratorias de Donald Trump, ya que hace más difícil solicitar asilo
Defensores de los migrantes
rechazaron el proyecto de ley de control fronterizo que se pondrá a votación
esta semana en el Senado estadounidense al considerarlo “un retroceso” a las
políticas fallidas del Gobierno Trump que además deja por fuera a los indocumentados
que llevan años en el país.
La iniciativa migratoria bipartidista
que se pondrá en votación el próximo miércoles en la Cámara Alta hace parte de
un paquete de ayuda militar de más de 118 mil millones de dólares, que incluye
fondos para Ucrania, Israel y Taiwán, que se estuvo negociando desde octubre
pasado y cuenta con el respaldo de la Casa Blanca.
La mayoría de críticas se concentran
en advertir que el proyecto reviviría las políticas migratorias de Donald Trump
(2017-2021) ya que hace más difícil solicitar asilo y autoriza al Gobierno
expulsar a los extranjeros cuando el número de aquellos que cruzan la frontera
supere los umbrales establecidos.
La Unión Americana por los Derechos
Civiles (ACLU), que encabezó la mayoría de batallas legales contra el Gobierno
Trump, dijo en un comunicado que este acuerdo “obligaría al gobierno a expulsar
a personas de la frontera sin el debido proceso, restringiendo las vías legales
para las personas que más las necesitan”.
“La deportación sin el debido proceso
fue el experimento desastroso de la Administración Trump que nunca debería
repetirse, y mucho menos usarse como modelo para una política fronteriza
permanente”, señaló Anthony Romero, director ejecutivo de ACLU.
El plan hace más difícil la solicitud
de asilo y agiliza los procesos en las cortes de migración, que mantiene un
atasco de más de tres millones de casos. También pone fin a la práctica
conocida como “detención y liberación”, bajo la cual los solicitantes de asilo
son dejados en libertad a la espera de una audiencia ante un juez de
inmigración.
Kica Matos, presidenta del Centro
Nacional de Derecho de Inmigración (NILC), advirtió en un comunicado que este
proyecto de ley no vale el increíble precio que exigiría: más familias
separadas, más niños detenidos y más personas enviadas de regreso para
enfrentar persecución, tortura e incluso la muerte
El presidente Joe Biden ha defendido
la propuesta y ha urgido a aprobarla. “Me daría, como presidente, una nueva
autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se vea abrumada”, dijo
el mandatario en un comunicado anoche, tras la publicación del proyecto.
Pero las críticas han venido desde el
mismo partido del presidente. El senador demócrata por California, Alex
Padilla, advirtió que el acuerdo incluye una nueva versión de una “fallida
política de inmigración de la era Trump que causará más caos en la frontera.”
Padilla señaló que la propuesta está
en conflicto con los tratados y obligaciones internacionales para brindar a las
personas la oportunidad de solicitar asilo.
Fernando García, de la Red Fronteriza
por los Derechos Humanos (BNHR, en inglés) considera que el proyecto es el
“último intento de desmantelar el sistema de asilo” y tampoco propone nada para
abordar las causas fundamentales de la migración.
Los críticos también alertan que se
ha dejado en el olvido a los más de once millones de indocumentados que Biden
prometió respaldar. “Este acuerdo tampoco cumple con años de promesas de
implementar reformas que proporcionen vías hacia la ciudadanía para los
‘soñadores’ y otros residentes de larga duración”, coincidió Romero.
Angélica Salas, directora de la
Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (Chirla) dijo que las
pocas disposiciones positivas “no ofrecen ningún respiro”.
El proyecto debe ser aprobado por 60
votos en el Senado, pero tiene muy pocas posibilidades de aprobarse en la
Cámara de Representantes. Este lunes el liderazgo republicano de ese recinto
rechazó el proyecto por no ser lo suficientemente duro y advirtió de que es una
“pérdida de tiempo” ya que el acuerdo “morirá al llegar a la Cámara”.
Para Benjamín Johnson, director de la
Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA) aunque el esfuerzo
no es una solución integral, representa un enfoque serio que reconoce la
necesidad de una reforma más amplia.
“La situación actual es insostenible con los muchos retos en la frontera sur”, añadió Johnson. “Es necesario lograr algún tipo de consenso y esta propuesta debería ser un comienzo y no un fin”.
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