La asombrosa historia del Seawise Giant, el barco más grande jamás construido
Martes 13 de Febrero de 2024 11:46 am
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En sus 30 años de existencia, el
Seawise Giant ganó varios títulos: el buque más grande del mundo, el barco más
pesado del mundo, el de mayor capacidad, o el mayor vehículo construido por el
ser humano que jamás haya existido.
Y también tuvo varios nombres: Seawise
Giant, Happy Giant, Jahre Viking, Knock Nevis y Mont.
Este barco era lo que se conoce como
un superpetrolero.
Así como podía transportar millones de
litros de petróleo, también era tan grande que le era imposible entrar a muchos
puertos. Y por sus dimensiones, estaba impedido para atravesar pasajes
interoceánicos clave, como el Canal de Panamá o el de Suez.
Por si fuera poco, en esas tres
décadas de existencia, el Seawise Giant también sufrió un ataque del ejército
de Sadam Hussein en Irak, que lo envolvió en fuego hasta hundirse.
Pero como toda gran historia de los
mares, aquella catástrofe no fue su fin. Renació y siguió en activo muchos años
más.
Nacido grande (y agrandado)
Este superpetrolero fue construido en
1979 en el astillero de la compañía Sumitomo Heavy Industries, en la ciudad de
Oppama, Japón.
Diversas fuentes indican que un
magnate griego fue quien lo mandó construir, pero nunca lo terminó de adquirir.
Entonces en 1981 fue comprado por el empresario hongkonés Tung Chao-yung, dueño
de la compañía de transportes marítimos Orient Overseas Container Line.
Bautizó al buque como Seawise Giant
por un juego de palabras con el nombre de pila de su padre, Tung Chee-hwa.
Según el Museo Marítimo de Hong Kong,
a sus nuevos dueños no les pareció lo suficientemente grande, por lo que
ordenaron que le fueran añadidas 140.000 toneladas de capacidad adicionales al
ensamblarle una sección más de eslora.
Así que este nuevo superpetrolero
alcanzó la longitud récord de 458,45 metros. Eso es más que el tamaño de
rascacielos como las Torres Petronas (252) de Malasia o el Empire State de
Nueva York (381).
También era casi 100 metros más largo
que el Icon of the Seas (365), el crucero turístico más grande del mundo de la
actualidad. Y unos 200 metros más largo que el Titanic (269).
Su manga (el ancho del buque) también
tenía la considerable longitud de 68 metros. En sus enormes tanques podía
llevar casi 4 millones de barriles de petróleo, suficientes para llevar a un
automóvil unas 10 veces al Sol (ida y vuelta).
Y cuando estaba totalmente cargado,
tenía un peso de 657.000 toneladas. Para mover tal cantidad de peso, quemaba
220 toneladas de combustible al día.
Cuando la BBC visitó el barco en 1998,
el capitán Surrinder Kumar Mohan explicó que podía navegar a casi 16 nudos
(casi 30 km/h).
“Para frenarse y detenerse por
completo, requiere unos 8 km de espacio”, dijo el capitán.
Y hacerlo virar en sentido opuesto,
contó, era otra tarea compleja: requería unos 3 km de espacio para conseguirlo.
Objetivo de guerra
Pero aquel barco que visitó la BBC era
un Seawise Giant reconstruido.
Y es que en pleno auge del comercio de
petróleo entre Medio Oriente y Occidente, este superpetrolero realizó entregas
por el mundo y también sirvió como depósito flotante.
Fue en esta última función la que
cumplía en mayo de 1988, cuando se encontraba estacionado en la isla iraní de
Larak. El golfo Pérsico pasaba en ese momento por los últimos meses de una
guerra entre Irak e Irán.
Sin previo aviso, el Seawise Giant fue
atacado por bombas del ejército iraquí de Sadam Hussein.
Como era de esperarse, el buque quedó
envuelto en llamas y terminó por hundirse en las poco profundas aguas del
golfo.
Una vez terminada la guerra, la firma
noruega Norman International quiso rescatar aquel barco. Lo reflotaron y
repararon con 3.700 toneladas de acero nuevo en 1991.
Ya no era más el Seawise Giant, pues
fue rebautizado como Happy Giant.
El ocaso del Giant
Con su renacer, el superpetrolero
entró de nuevo en operación, pero ahora moviendo combustible para la firma de
transporte mercante KS. De nuevo fue rebautizado, ahora como Jahre Viking.
Ya en la década de los 90, la
industria estaba migrando hacia petroleros más eficientes en cuanto a consumo
de combustible, un aspecto en el que el Jahre Viking no era el mejor.
Además, el hecho de que era demasiado
grande como para cruzar por pasos marítimos clave como el Canal de Suez o el
Canal de Panamá, empezó a jugar en contra de su rentabilidad.
Así que para 2004 fue nuevamente
vendido a la noruega First Olsen Tankers, que lo reformó para convertirse en un
almacén flotante de petróleo.
Ahora renombrado como Knock Nevis, fue
llevado a las costas de Qatar. Y finalmente cesó su operación en 2009, cuando
fue renombrado como Mont y llevado a India para ser desmantelado pieza por
pieza.
Del colosal Seawise Giant solo
sobrevivió su ancla de 36 toneladas de acero que se exhibe en un jardín del
Museo Marítimo de Hong Kong, el puerto que lo vio nacer como el superpetrolero
más grande que jamás haya existido.