Marchan mujeres para exigir una vida libre de violencia

Sábado 09 de Marzo de 2024 7:22 am

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Al llegar al Jardín Libertad, un reducido grupo prendió fuego a las puertas de Palacio de Gobierno. La protesta fue dispersada con gas lacrimógeno

En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, ayer, cientos de mujeres en Colima participaron en la marcha que partió del boulevard Camino Real hasta la calle Madero, en el centro de la capital, para exigir justicia, rechazar la violencia de la que es objeto este sector de la población, así como para exigir más seguridad en las calles.

Con pancartas y vestidas principalmente con ropa de tonos blancos, verdes y morados, expresaron consignas en contra del machismo, de los abusos y pidieron terminar con la desigualdad de la que son objeto aún en estos tiempos.

Luego de ingresar al corazón de la ciudad, la mayoría de las manifestantes se colocó en el Jardín Libertad, frente a la fachada de Palacio de Gobierno; como se recordará, desde un día antes habían colocado una protección al edificio, con vallas metálicas y un muro de madera ligera.

Las primeras que llegaron a las afueras de Palacio colocaron fotografías de mujeres desaparecidas y escribieron consignas alusivas a la marcha. Pocos minutos después, un grupo de mujeres comenzó a destruir el muro, hasta lograr derribarlo.

Con fuerza, quitaron las vallas metálicas, para amontonarlas en la banqueta del frente de Palacio y comenzaron a pintar las puertas y ventanales del edificio histórico. Luego, una mujer comenzó a golpear la puerta principal, con el propósito de derribarla. Se sumaron más manifestantes, tanto para pintar con aerosol de tonos morado y verde, así como para romper la puerta de madera.

Con los retazos de la madera del muro de contención, empujaron la puerta de Palacio, logrando romper algunos vidrios y trozos de las ventanas aledañas. Desde el interior del edificio se tuvieron algunas reacciones, y de acuerdo con testimonios del propio presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima, Roberto Ramírez, y de las afectadas, se trató de gas pimienta.

Ante la irritación que dejó el gas, la multitud se dispersó por unos minutos, pero poco después regresaron para continuar con el intento de abrir la puerta principal. Por un momento, una joven utilizó una motoneta y se corrió el rumor de que intentarían con ella derribar la puerta. Se desistió y las manifestantes continuaron pintando y rompiendo ventanas.

Minutos más tarde, se encendió fuego en algunas de las ventanas y muy cerca de la puerta principal. Cabe señalar que las manifestantes trataron de evitar que se tomaran fotografías o videos, bajo el argumento de que temían ser identificadas o sufrir represalias.

Se sintió nuevamente la presencia del gas pimienta, así como el humo persistente de las bengalas que se utilizaron. En la segunda ocasión, las mujeres se alejaron, pero el fuego estuvo encendido por minutos. Una vez que estaba despejado la fachada, personal de Protección Civil controló las llamas, sin que se hubieran registrado personas directamente afectadas.

Cuando estaban extinguiendo el fuego, desde el jardín fue arrojado un objeto que explotó ligeramente, sin que ello tuviera consecuencias graves. Las mujeres comenzaron a retirarse de la manifestación.

Pocos minutos después, hizo su arribo un convoy de al menos seis patrullas de la Policía Estatal, las cuales rodearon el Jardín Libertad; en ese momento, el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Roberto Ramírez, estuchaba a las manifestantes.

En entrevista para los medios de comunicación, Roberto Ramírez dijo que se abrirá una denuncia para exigir que se dé a conocer quién dio la orden de enviar las patrullas de la Policía Estatal a una manifestación pacífica.

También dijo que es necesario saber de quién fue la orden de rociar gas pimienta y afectar a niñas, personas de la tercera edad y demás personas que participaban en la marcha ciudadana.

Mencionó que se deben atender las causas que llevan a las mujeres a exigir seguridad, en lugar de cometer actos de represión, como los que se utilizaron en la marcha de este 8 de marzo.

Manolika Silva Rosales

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