Presentación de Vuelo a ras de tierra, en el Festival del Libro 2024
Foto cortesía
Norma Navarrete
Jueves 23 de Mayo de 2024 2:11 pm
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Parte
II/III
En
palabras Llanes
Viaje
a ras de las emociones*
La
poesía es esa cápsula que tomamos cuando nos sentimos enfermos de ansiedad, de
soledad o cuando nos hace falta, precisamente poesía o amor en nuestros
corazones, entonces, tomamos un libro, lo abrimos, lo olemos, lo hojeamos, lo
leemos, nos detenemos, pensamos, observamos el infinito “en un junco, como lo
escribió magistralmente Irene Vallejo en ese maravilloso libro, aunque ahora el
infinito venga en hojas de papel o en digital” y entonces viajamos sin alas o
con ellas, sin pasaporte o con él, menos aún con visa y esas incomodidades que
nos creamos nosotros mismos, los humanos, para no invadir un terruño donde se
supone, no nací…
¿Pero,
y si yo quiero ir a la antípoda, a ene o ye lugar del mundo, que no soy libre
para ello?, al parecer no y se necesitan todos estos artilugios para poder
viajar: pasaporte, visa, permisos para entrar a un país, etcétera. Por eso la
poesía “en realidad lo es toda la literatura”, es esa cápsula que
bebemos-leemos de estos rectángulos que llevamos a todos lados y que no tenemos
necesidad de conectar a la luz, mucho menos de desgraciarnos la vista con su
intensa luminosidad; acá lo que debe brillar es el texto y que sus palabras nos
envuelvan, nos abracen, nos den cobijo, o un poco de alivio de esto que estamos
necesitando con urgencia, por eso tomamos estas cápsulas.
En
este libro que estamos presentando esta tarde-noche hay todo esto y mucho más y
por eso es urgente que bebamos de él, que nos alimentemos de él o que agarremos
energía para emprender el vuelo.
Ya
perdí la cuenta de cuántas veces se ha presentado este documento, pero puedo
decir que tuve la oportunidad de ir la primera vez que este libro, junto con
otros más se presentó, si mal no recuerdo fue en tiempos de otro gobierno y en
el patio central de Casa de Cultura. Ahí oí y vi por vez primera, voy a decirlo
así, el detrás de cámaras o, quién era la mente que estaba detrás de estos
bellos poemas que nos llevan del suelo a lo más alto de cualquier risco; es
decir, ahí conocí y vi por vez primera a su creadora, la maestra Norma
Navarrete a quien de verdad le agradezco el que me haya invitado a
presentar-comentar este hermoso poemario que, sí, toca fibras, sí, también, nos
hace viajar, sí, y de nuevo, sin necesidad de pasaporte “y qué bueno, porque el
mío lo tengo vencido junto con la visa” y que sí, también y de nueva cuenta,
por fin se nos hizo, porque, voy a decirlo, la maestra ya me había invitado en
otra ocasión a participar, pero no cuadramos en nuestras agendas, bueno, la mía
“una agenda atiborrada de talleres, presentaciones, de charlas, y de varias
cosas más”, no pudo y lo lamenté profundamente y así lo hice ver a la maestra.
Sin embargo, aquel día, le dije a la maestra que a la siguiente y, bueno, la
siguiente es aquí y ahora. La vida a veces nos obsequia segundas oportunidades,
porque la vida es así, generosa, como la palabra que podemos leer en las líneas
que nos regalan estos versos.
Aquella
tarde cuando se presentó por vez primera Vuelo
a ras de tierra, creo que todavía ni había pandemia, les repito, había,
incluso, otro gobierno, otro gobernador “ya muy de salida, eso sí y hay que
decirlo”.
De
aquel tiempo a la fecha, ha pasado una pandemia, un temblor, un cambio de
gobierno, varias presentaciones más y, bueno, si lo vemos poéticamente, ha sido
otro viaje, un viaje que, como los indicadores del Covid, algunas veces nos
tenía por abajo, otras más por arriba y así, como una ruleta, La ruleta de la vida donde, nosotros
mismos algunas veces estamos en la cima, pero otras estamos también en la otra
sima, una con C y la otra con S y que son los, vamos a llamarle así, antónimos
de este vaivén de emociones.
Por
eso es importante tomarse, de cuando en cuando, nuestras cápsulas de poesía, a
final de cuentas estas píldoras no hacen daño, sí, podrían generar adicción,
pero es una adicción buena, cuesta, porque hay que pagar por los libros “sin
embargo, estamos tan acostumbrados a que nos los regalen, que se nos olvida
pagar por el esfuerzo que un escritor/a hizo al movernos emociones, llevarlas
al papel, a una editorial, hacerle correcciones y darlas a conocer al público”,
pero nada más, estas cápsulas son muy recomendables, confiables y nos vamos a
sentir muy bien al momento de ingerirlas-leerlas.
No me
gusta, cuando presento un libro, hablar del contenido, porque esto generará spoilers
indebidos que, prefiero, cada lector/a que se acerque a volar a ras de la
tierra, lea, vibre, sienta, se emocione, critique “claro, por qué no”, comparta
y hasta que sea de su agrado o no y vaya descubriendo poco a poco.
Pero
sí diré, sin embargo, que este libro está escrito con el corazón, con mucha
pasión, con las entrañas y con ganas de decirnos cosas, de movernos a la
reflexión, de hacernos vibrar, de llevarnos a volar con las emociones que de su
lectura se desprenden, con alegría, a veces con tristeza y es que en la vida
hay de todo y para todo, a veces oigo, leo y siento la voz de una niña que está
detrás del avioncito de papel, que lo lanza a recorrer su mundo, su pequeño
mundo; en otras ocasiones alcanzo a percibir el tono de la madurez, de quien ha
recorrido mundo «sea como sea el recorrido, en viaje personal, imaginario,
leído, comido, visto, sentido, oído “la escritura siempre debe hacerse con los
cinco sentidos y yo le agregaría otros dos, el humor y el común”» y nos lleva a
veces de la mano, pero en otras nos suelta para que nosotros, literalmente,
planeemos en pleno vuelo, extendamos nuestras alas y elijamos nuestro camino,
nuestra ruta, nuestro destino; está la voz de la poeta, de quien ama tejer
historias, de quien ama hacernos volar… recuerdo ahora ese disco de Soda Stéreo
titulado confort y música para volar… y es justo lo que me sucedió con la
lectura de este poemario de Norma Navarrete, son, definitivamente, poemas para
volar…
La
invitación es para que abras el libro, despliegues sus alas y, como y en un
pequeño avión de papel, con letras en sus entrañas, te pongas a viajar con los
poemas que, literalmente, Norma Navarrete nos regala en el interior de este
bello libro. Enhorabuena y muchas gracias.
*Texto
de Alberto Llanes leído durante la presentación del libro Vuelo
a ras de tierra de Norma Navarrete.