San Antonio de Padua: ésta es la razón por la que se pone de cabeza al santo
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Jueves 13 de Junio de 2024 8:39 am
+ -San Antonio de Padua es conocido como el santo del amor y de las cosas perdidas. Muchas personas suelen ponerlo de cabeza, te contamos por qué.
Cada 13 de junio se celebra a San Antonio de Padua, uno de
los santos más venerados de la Iglesia Católica. Conocido como el santo de los
milagros y el protector de los enamorados, San Antonio ha sido objeto de
numerosas tradiciones y leyendas a lo largo de los siglos.
En el marco de esta celebración, es común que las personas
recurran a diferentes rituales y prácticas para pedirle ayuda a San Antonio.
Una de las más curiosas y extendidas es la tradición de poner a San Antonio de
cabeza.
¿Quién
era San Antonio de Padua?
San Antonio de Padua, cuyo nombre de nacimiento era
Fernando de Bulhões, nació en Lisboa, Portugal, en 1195. Fue un fraile
franciscano conocido por su elocuencia en la predicación y su profundo
conocimiento de las Escrituras.
San Antonio dedicó gran parte de su vida a la enseñanza y a
la predicación, viajando por Europa para difundir la fe cristiana y ayudar a
los necesitados. Su capacidad para conectar con la gente y su habilidad para
explicar complejos conceptos teológicos de manera sencilla le ganaron una gran
popularidad.
San Antonio fue canonizado en 1232, solo un año después de
su muerte, debido a los numerosos milagros atribuidos a su intercesión. Es
conocido como el patrón de los objetos perdidos, ya que, según la tradición,
ayudó a recuperar un libro de salmos robado.
Además, es considerado el protector de los pobres y el
santo al que se recurre para encontrar pareja. La devoción a San Antonio se ha
mantenido fuerte a lo largo de los siglos, y su figura es una presencia
constante en iglesias y hogares de todo el mundo.
¿Por
qué se pone a San Antonio de cabeza?
La tradición de poner a San Antonio de cabeza tiene su
origen en una leyenda popular que relata la historia de una mujer desesperada
por encontrar un buen marido. Según el mito, esta mujer acudió a la tumba de
San Antonio en busca de ayuda divina.
Mientras rezaba fervientemente, tuvo una visión del santo,
quien apareció en el techo del templo con su cuerpo volteado hacia abajo. San
Antonio le indicó que fuera en su nombre a buscar a una persona específica que
le proporcionaría el dinero necesario para su dote.
Siguiendo las instrucciones del santo, la mujer encontró a
la persona indicada y recibió el dinero para su dote, lo que le permitió
casarse con el hombre que amaba. Este milagroso suceso dio origen a la práctica
de poner la figura de San Antonio de cabeza como un acto de fe para pedir su
intercesión en asuntos amorosos.
La tradición sostiene que al voltear la figura del santo,
se le hace una petición específica, generalmente relacionada con encontrar un
buen novio o marido.
Una vez que el santo cumple con la petición y el milagro se
realiza, la figura de San Antonio debe ser devuelta a su posición normal como
muestra de agradecimiento.
Además, hay una variación de esta práctica que consiste en
esconder la imagen del niño Jesús que San Antonio lleva en sus brazos,
devolviéndosela solo cuando se ha encontrado a la pareja deseada.
Esta tradición es particularmente popular entre las
mujeres, quienes recurren a ella con la esperanza de que San Antonio les ayude
a encontrar el amor verdadero.