Suicidio, un problema de largo plazo
Fotoarte Judith Trejo Jiménez
Martes 10 de Septiembre de 2024 7:22 am
+ -En 2021 se presentaron 77 decesos y para 2023 fueron 50; Colima está por debajo de la media nacional; aumenta la depresión
Este martes 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial
contra la Prevención del Suicidio, que tiene el objetivo de mejorar la atención
a la salud mental, crear conciencia sobre la prevención del suicidio, así como
promover la colaboración y el autoempoderamiento de las partes interesadas a
través de acciones preventivas, de acuerdo con la Organización Panamericana de
la Salud.
En el estado, los casos de suicidio han disminuido en los
últimos 3 años, no obstante, la incidencia registra un leve incremento en los
dos extremos del segmento poblacional, es decir, entre menores de edad y
adultos mayores.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (Inegi), en 2021 se registraron 77 suicidios en la
entidad; en 2022 la cifra se ubicó en 60 casos, y en 2023, se presentaron 50
decesos por esta causa.
En todos esos años, la proporción entre géneros es muy
desigual, pues sólo en 2023, el 80 por ciento de los casos corresponden a
hombres y el 20 por ciento a mujeres.
Los suicidios en menores de edad presentan un incremento,
pues en 2021 se consignaron dos casos, para 2022 subió a tres, en tanto que en
2023 fueron cinco decesos por este motivo.
Igual tendencia se observa en los adultos mayores, dado que
en 2021 se registraron seis casos; en 2022, ocho; mismo número que se presentó
el año pasado.
La mayor incidencia de suicidios en Colima se presenta
entre los 20 y los 39 años de edad. En 2021, el 45.5 por ciento de los casos
ocurrió en ese segmento; en 2022, el 48.3 por ciento; en 2023, el 42 por
ciento.
Según el Inegi, el año pasado la tasa de suicidios en la
entidad se ubicó en 6.5 personas por cada 100 mil habitantes, por debajo de la
media nacional, que se estableció en 6.8.
Mientras que en lo que se refiere a los sentimientos de
depresión, las cifras más actualizadas corresponden a 2017, mismas que reflejan
un significativo aumento de esa condición.
Señala el INEGI que en 2015, el 19.2 por ciento de las
personas mayores de 7 años se habían sentido deprimidas; para 2017 ese
porcentaje se incrementó a 30.1 por ciento.
En hombres, el porcentaje pasó de 14.9 por ciento a 24.2
por ciento; en mujeres de 23.3 por ciento a 35.7 por ciento.
Esa misma dependencia explica que la tasa de nuevos casos
de depresión pasó de 113.23 por cada 100 mil personas, en 2020; a 162.40 nuevos
casos para el año 2022.
SEÑALES
DE ALARMA
El psicoterapeuta y psicólogo clínico, Orlando Trejo
García, explicó que las tendencias suicidas no aparecen de la noche a la
mañana, sino que se asocian a un proceso más o menos largo de cambios en el
estado de ánimo y las rutinas de la persona.
Mencionó que en la mayoría de los casos, el suicidio va
ligado con los cuadros de depresión y ansiedad.
Indicó que la depresión y ansiedad puede venir acompañada de ideas suicidas. Refirió que el problema es cuando los trastornos de ansiedad o depresión se acompañan de un impulso suicida, “porque ahí se corre el riesgo que la persona ejecute el atentado contra su vida”.
Más adelante, el director general del centro de terapia
Humanista Familiar (TERHFAM) destacó que hasta un 50 por ciento de los casos de
depresión tiene como causa una predisposición genética.
Abundó que también hay factores externos, “como sucedió con
la pandemia de coronavirus, cuando mucha gente comenzó a sufrir crisis de
ansiedad o trastornos como la depresión”.
Respecto a las señales de alarma en una persona con
trastornos de depresión o ansiedad, Trejo consideró que se debe poner atención
en los cambios de hábitos, la alteración del sueño y en la alimentación.
“Puede ser que una persona esté triste y apática, para luego ponerse excesivamente alegre, es decir, en los extremos. También puede ser que las personas se aíslen, dejen de hacer cosas que les gustaban”, detalló.
Explicó que en las consultas de psicología cada vez hay más personas, “familias que quieren recibir apoyo psicológico e incluso tratamiento psiquiátrico, lo que nos habla de un mayor interés por recibir ayuda y prevenir”.