Ejercicio, aliado en la prevención del cáncer de mama: especialista
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Viernes 18 de Octubre de 2024 10:17 am
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El doctor Néstor Jaime Solís Flores, médico adscrito y
encargado de prescripción de ejercicio en el Instituto Nacional de
Cancerología, en entrevista con Diario de Colima nos habla sobre el impacto
positivo que tiene la actividad física en la prevención y tratamiento del
cáncer de mama.
Según la evidencia científica, la actividad física no solo
mejora la calidad de vida de las pacientes, sino que también juega un papel
clave en la reducción del riesgo de desarrollar esta enfermedad.
“Desde hace más de seis décadas, se han realizado investigaciones que comparan pacientes que realizan ejercicio con aquellas que no lo hacen”, agrega.
El doctor Solís Flores destaca que el Colegio Americano de
Medicina del Deporte y guías australianas respaldan que el ejercicio ofrece
grandes beneficios en pacientes con cáncer, incluyendo cáncer de mama.
Por ello, el doctor recomienda tres tipos de ejercicio para
obtener beneficios preventivos: 1. Ejercicio aeróbico, como caminar, bailar o
andar en bicicleta. 2. Ejercicio de fuerza, que incluye levantar pesas o usar
bandas de resistencia. 3. Ejercicio de flexibilidad, que mejora la movilidad.
“Lo ideal es realizar estos ejercicios con una frecuencia
moderada de 30 minutos al día, adaptándose a cada persona y etapa de vida”,
señala.
Además, aclara que no es cierto que el ejercicio de fuerza
frene el crecimiento en los jóvenes; de hecho, estimula la hormona del
crecimiento.
BENEFICIOS
EN EL PESO Y LOS NIVELES HORMONALES
El ejercicio también ayuda a mantener un peso corporal
saludable, lo que es crucial, afirma el doctor Solís, ya que el 41 por ciento
de las pacientes diagnosticadas con cáncer de mama tienen sobrepeso y el 30 por
ciento obesidad, factores que favorecen el desarrollo del cáncer.
Además, “el 60 por ciento de los cánceres de mama son hormonales, y la actividad física ayuda a reducir la grasa corporal, que genera un estado inflamatorio crónico que beneficia al cáncer”.
A nivel emocional, el ejercicio es un aliado poderoso,
asegura. “El diagnóstico de cáncer suele asociarse con el miedo a la muerte”,
pero el doctor Solís recalca que, “si se detecta en etapas tempranas, el
pronóstico de supervivencia puede ser del 97 por ciento”.
El especialista señala que la actividad física no solo
mejora la salud física, sino que “también ayuda a enfrentar el tratamiento con
una mentalidad positiva, lo que es clave para las mujeres diagnosticadas”.
Para las mujeres mayores de 35 años, indica, especialmente
aquellas con factores de riesgo o enfermedades preexistentes, es recomendable
comenzar con una intensidad moderada y alcanzar los objetivos en un periodo de
4 a 6 meses.
El doctor Solís advierte que “un ejercicio vigoroso sin
supervisión podría aumentar el riesgo de problemas cardíacos, por lo que
siempre es importante mantener un enfoque balanceado”.
La actividad física “no solo previene el cáncer de mama,
sino que también es una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida
y el bienestar emocional de las mujeres diagnosticadas con esta enfermedad”.