Martha González Córdova, una luchadora incansable
Foto cortesía
Viernes 18 de Octubre de 2024 10:10 am
+ -Comparte su historia de resiliencia tras recibir un diagnóstico de cáncer de mama; con el apoyo de su familia y colegas, ha aprendido a afrontar la vida
Martha González Córdova, luchadora incansable, relata para
Diario de Colima cómo su vida cambió desde el momento en que recibió el
diagnóstico de cáncer de mama.
Aunque fue un golpe duro, decidió priorizar su deseo de
vivir por encima de las pérdidas físicas. “Pensé que ya no iba a tener mis
senos, pero no le di tanta importancia como a la de querer seguir viviendo”,
afirmó.
Esta decisión fue el primer paso en su largo camino hacia
su tratamiento, donde Martha ha enfrentado grandes desafíos, tanto físicos como
emocionales.
Ver su cuerpo transformarse fue un proceso difícil, pero ha
logrado aceptarse a sí misma tal como es. “Me acepto tal y como estoy”, expresa
con serenidad.
Su capacidad de adaptarse a los cambios la ha fortalecido
emocionalmente, y aunque reconoce que el tratamiento a veces es duro, ha
encontrado en la esperanza y la fe sus mayores aliados.
“Lo he tomado con tranquilidad, siempre con una actitud
positiva”, añade, pero el apoyo incondicional de su familia ha sido fundamental
en este proceso.
Desde el diagnóstico, la dinámica familiar cambió; sus
hermanas y sus hijos, Carlos, Juan y, principalmente su hija Nora Sevilla, han
estado a su lado, brindándole amor y atención.
“Ellos juegan un papel muy importante, siempre tratando de
animarme. Nunca me han dejado caer”, menciona con gratitud.
Añade que el amor de sus nietas Génesis y Janet, y de su
nieto Karim, “es un aliciente para seguir luchando”.
Al mudarse a la casa de su padre tras la cirugía, Martha
encontró en su entorno familiar, en especial de su hermana Ana María, una red
de apoyo sólida que le ha permitido concentrarse en su recuperación.
En el ámbito laboral, Martha ha sentido el respaldo de sus
compañeros y de su jefe inmediato, quienes la han apoyado durante su
tratamiento. Aunque ha ajustado sus horas de trabajo para adaptarse a su estado
físico, mantiene el deseo de seguir activa.
“Mi jefe me dijo que siempre que me sienta con ganas, puedo regresar. Ese apoyo ha sido fundamental”, reconoce.
A lo largo de su proceso, Martha ha reflexionado sobre la
importancia de valorar cada día y de demostrar amor a quienes la rodean. Esta
experiencia le ha enseñado a soltar sus emociones y a vivir con mayor
sensibilidad.
“He aprendido a valorar más la vida y a querer más a las personas que me rodean”, señala.
Para otras mujeres que están luchando contra el cáncer de
mama, Martha tiene un mensaje de esperanza: “Tomen la realidad con fe y
esperanza. Sin nuestros senos, no dejamos de ser mujeres. Valemos lo mismo y
tenemos todo el derecho de seguir viviendo”.
Además, subraya la importancia de enfrentar los retos de la
vida con fuerza, rodeadas del amor y el apoyo de sus seres queridos.
La experiencia de Martha no solo le ha cambiado a ella,
sino también a su entorno.
Su actitud positiva, su fe y su fortaleza son un
recordatorio de que, incluso en los momentos más difíciles, la vida sigue
siendo valiosa y está llena de oportunidades para crecer y demostrar el amor a
quienes nos rodean.
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