Exigen justicia por el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez
Lunes 21 de Octubre de 2024 11:16 pm
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Organizaciones civiles, catequistas
indígenas y sacerdotes alzaron la voz este lunes durante la misa de cuerpo
presente del padre Marcelo Pérez Pérez, para señalar que su asesinato fue
consecuencia de su labor en la denuncia de la violencia ejercida por el crimen
organizado y la omisión del Estado mexicano.
"Al padre Marcelo lo mataron por
denunciar las injusticias en nuestras comunidades, por alzar la voz contra la
violencia del crimen organizado y la complicidad del Estado", declaró Luis
Pérez, representante de la parroquia de San Andrés Apóstol, ubicada en el
sureño estado de Chiapas.
Pérez Pérez, sacerdote indígena
tzotzil, fue asesinado el domingo en San Cristóbal de las Casas, una ciudad
turística chiapaneca. De acuerdo con los primeros reportes oficiales, el
religioso fue atacado a tiros mientras se encontraba dentro de su vehículo en
el barrio Cuxtitali, sobre la calle Las Peras.
La labor del padre Marcelo no solo se
limitaba a su vocación pastoral, también era un firme defensor de los derechos
de los pueblos indígenas y había recibido medidas cautelares por parte de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) debido a las amenazas en su
contra.
Sin embargo, las autoridades
mexicanas no respondieron adecuadamente a estas medidas, situación que, según
los denunciantes, facilitó su asesinato.
“El Estado mexicano es corresponsable
de este crimen por su omisión ante la creciente violencia en la región”,
subrayó el otrora sacerdote Pérez.
Cientos de personas, principalmente
indígenas tzotziles, tzeltales, choles y tojolabales, por quienes daba la cara,
acudieron a la ceremonia fúnebre en la parroquia de San Andrés Apóstol, donde
recordaron al sacerdote como un defensor incansable de los derechos humanos.
La misa fue presidida por el cardenal
Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas,
acompañado por el obispo Rodrigo Aguilar Martínez y otros párrocos.
Durante la homilía, Arizmendi exigió
el desarme y la desarticulación de los grupos criminales en Chiapas, reiterando
que el asesinato del padre Marcelo no debía quedar impune.
“Que no nos digan que México está
bien. Hoy, nuestro México nos avergüenza. Las estrategias no han funcionado”,
sentenció.
El dolor y la indignación entre los
asistentes reflejaron el impacto del asesinato de quien, por más de 22 años,
trabajó al lado de los pueblos indígenas, defendiendo sus derechos ante la
creciente violencia y la impunidad.
El cardenal también denunció que,
desde el inicio del Gobierno de Morena en 2018, al menos 23 defensores de
derechos humanos han sido asesinados en el país, un patrón que ha generado
preocupación tanto en el ámbito local como internacional.
Por la mañana, la presidenta de
México, Claudia Sheinbaum, lamentó el asesinato del sacerdote y prometió que no
quedará impune.
“Se está realizando la investigación
correspondiente”, afirmó en su conferencia matutina.
Amnistía Internacional también
condenó el crimen, exigiendo a las autoridades chiapanecas una investigación
inmediata, exhaustiva y eficaz, mientras organizaciones civiles advirtieron
este mismo día que el estado de Chiapas, en el sureste de México, se ha
convertido en un “campo de guerra civil”.
El caso del padre Marcelo Pérez Pérez
es un reflejo del peligro que enfrentan los activistas en México, donde la
violencia vinculada al crimen organizado ha dejado una huella profunda en
comunidades vulnerables.
Según la ONU-DH, entre 2017 y la
fecha, al menos 134 defensores de derechos humanos han sido asesinados en el
país, siete de ellos en lo que va de este año.