Hemingway, el aventurero que se dedicó a escribir
Ilustración: Judit Trejo Jiménez
Lunes 28 de Octubre de 2024 7:45 am
+ -La vida del autor fue muchas cosas, usual no fue una de ellas
Cuando pensamos en escritores, nuestra mente nos suele
llevar a imaginar hombres viejos, de cabellos canos y rostros barbados, con
miradas tranquilas de sabiduría insondable, y manos temblorosas que, luego de
años de ejercer el arte de la pluma, se hallan tan cerca de dejar de moverse
como del más grande de sus textos.
Sentados en una biblioteca con incontables títulos, fumando
su pipa, pacifistas, tranquilos, lentos, torpes.
Pero Hemingway no era nada de eso.
Nacido un 21 de julio de 1899, en Oak Park, Chicago,
Estados Unidos, Ernest Miller Hemingway no pudo gozar de una infancia
tranquila. Su madre, deseosa de tener una niña, solía vestirlo de señorita en sus
primeros años, y su padre, ausente tanto como enfermiso, y finalmente, suicida,
hicieron que Ernest no gozara de la mejor manera sus primeros años.
Ya con la mayoría de edad se enlistaría como conductor de
ambulancias en Italia durante la Primera Guerra Mundial, y en su libro Muerte
en la tarde (1932), narraría algunas de sus vivencias de primera mano durante
esta gran guerra.
Herido por metralla en las piernas, Hemingway fue enviado
al hospital, donde conocería a Agnes Von Kurowsky, una enfermera 7 años mayor
que él, de la que se enamoró perdidamente; sin embargo, Agnes no le
correspondió.
Acorde a su biógrafo Jeffrey Meyer, aquella ruptura
afectaría a Ernest por el resto de sus días, provocando que en todas sus
relaciones posteriores, fuera él quien diera por terminado el pacto antes de
que sus parejas lo hicieran.
En la década de 1920, y casado por primera vez (más no
última), Hemingway se trasladó a Francia, donde junto con otros artistas
conformó la Generación pérdida. Entre sus compañeros se encontraban futuros
pesos pesados del arte como Ezra Pound, Pablo Piccasso o Scott Fitzgerald.
Fue en esta época que Ernest escribió Fiesta, obra que lo
lanzaría al estrellato, y poco después, bajo el pseudonímo de Nick Adams,
escribió El río de dos corazones, donde aborda un viaje introspectivo por la
naturaleza para encontrar la soledad tras volver de la guerra.
Luego de dos divorcios y matrimonios más, y de decidir ser
parte en la Guerra Civil Española como corresponsal, escribió su obra más
famosa, Por quién doblan las campanas, un texto que lo consagraba como un
escritor consumado. Pero su golpe definitivo sobre la mesa llegaría años
después, luego de ser parte también de la Segunda Guerra Mundial, viajar como
turista y cazador por África, y enamorarse de España y su fiesta brava.
En 1954, Ernest recibía el Nobel de Literatura, primero,
por su destacable carrera, pero también por el que los críticos consideraron
sobre su obra cumbre, El viejo y la mar, de la que dijeron:
“Por su dominio del arte de la narrativa, más recientemente
demostrada en El viejo y la mar, y por la influencia que ha ejercido en el
estilo contemporáneo”, señaló hace 70
años la academia Sueca.
Cierro el texto en esta nota alta, en su momento cumbre,
cuando se le reconoció por su escritura que era un lugar limpio y bien
iluminado, producto de una vida de viajes, de excesos, de errores, pero sobre
todo, de pasión por la simpleza, como lo deja claro al revirarle a Faulkner:
“¡Pobre Faulkner! ¿De veras cree que las grandes emociones
vienen de las palabras grandes? Se cree que no conozco las palabras de 10
dólares. Claro que las conozco. Pero hay palabras más viejas y simples y
mejores, y son las que uso yo”.
SOBREVIVIENTE
El escritor sobrevivió a dos accidentes aéreos en 1954,
mientras se encontraba de safari en África Oriental:
El primer accidente ocurrió cuando su avión cayó
bruscamente contra la maleza de la zona. Hemingway sufrió un golpe en la cabeza
y tuvo algunas contusiones, mientras que su esposa se fracturó varias
costillas.
El segundo accidente ocurrió al día siguiente, cuando el
avión que los trasladaría a Entebbe para ser atendidos explotó antes de
despegar. Hemingway sufrió un nuevo golpe en la cabeza que le afectó al
cerebro, además de quemaduras por todo el cuerpo.