COP29 acuerda que países ricos aporten 300 mil mdd a las naciones menos desarrolladas
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Sábado 23 de Noviembre de 2024 9:20 pm
+ -El dinero se destinará a los países en vías de desarrollo que necesitan el dinero para dejar de depender del carbón, el petróleo y el gas que causan el sobrecalentamiento del planeta, adaptarse al calentamiento futuro y pagar por los daños causados por el clima extremo del cambio climático
Las negociaciones de las Naciones Unidas sobre el clima concluyeron este domingo en Bakú, con el compromiso de los países desarrollados de invertir al menos 300 mil millones de dólares al año en la lucha mundial contra el cambio climático.
Los países en desarrollo, que habían
solicitado más de un billón de dólares de ayuda, calificaron el acuerdo de
“insulto” y afirmaron que no proporciona el apoyo fundamental que necesitan
para afrontar con eficacia la crisis.
También acordaron las normas para un
mercado mundial del carbono respaldado por la ONU. Este mercado facilitará el
comercio de créditos de carbono, incentivando a los países para que reduzcan
sus emisiones e inviertan en proyectos respetuosos con el clima.
Un año marcado por la
financiación climática
Al cerrar el telón de la COP29,
celebrada en medio de un año marcado por temperaturas récord y catástrofes
climáticas devastadoras, el Secretario General señaló que esperaba un resultado
más ambicioso, tanto en materia de financiación como de mitigación, para hacer
frente “al gran reto al que nos enfrentamos”.
“Este año ha sido brutal; un año
abrasado por temperaturas récord y marcado por el desastre climático, todo ello
mientras las emisiones siguen aumentando”, dijo António Guterres.
Así, en el centro de la agenda de la
COP29 estuvo la financiación, ya que los países en desarrollo se encuentran
“ahogados por la deuda, azotados por condiciones meteorológicas extremas y
luchando por la transición a las energías renovables”.
“Un acuerdo en la COP29 era
absolutamente esencial para mantener vivo el límite de 1,5 grados. Y los países
han cumplido”, consideró Guterres.
Según el titular de la ONU, el
acuerdo alcanzado proporciona una “base sobre la que construir”.
Para muchas naciones vulnerables,
representa un rayo de esperanza, pero sólo si los compromisos se traducen en
acciones rápidas. “Los compromisos deben convertirse rápidamente en dinero en
efectivo”, subrayó el Secretario General, instando a todos los países a
trabajar juntos para alcanzar el límite superior del nuevo objetivo financiero.
Acuerdo sobre los mercados de
carbono
Más allá de la financiación, la COP29
se basó en los logros anteriores en los objetivos de reducción de emisiones, la
aceleración de la transición energética y un acuerdo largamente buscado sobre
los mercados de carbono.
Estos logros se produjeron a pesar de
un “panorama geopolítico incierto y dividido”, que amenazaba con echar por
tierra las negociaciones.
Guterres elogió a los negociadores
por encontrar un terreno común. “Ustedes han demostrado que el
multilateralismo, centrado en el Acuerdo de París, puede encontrar un camino a
través de las cuestiones más difíciles”.
El trabajo por delante
A pesar de los avances, su discurso
de clausura sirvió tanto de llamada a la acción como de advertencia: “Hago un
llamamiento a los gobiernos para que vean este acuerdo como una base, y
construyan sobre ella”.
Guterres reiteró que los países deben
presentar nuevos planes nacionales de acción climática mucho antes de la COP30,
tal y como prometieron. “Los países del G20, los mayores emisores, deben tomar
la iniciativa”, dijo a este respecto.
Los nuevos planes deben cubrir todas
las emisiones y toda la economía, acelerar la eliminación de los combustibles
fósiles y contribuir a los objetivos de transición energética justa.
Mientras el mundo reflexiona sobre
los resultados de la COP29, el trabajo está lejos de haber terminado. Los
acuerdos alcanzados deben cumplirse “íntegramente y a tiempo” para que las
promesas se conviertan en avances reales.
De lo contrario, no sólo se corre el
riesgo de socavar los frágiles logros alcanzados en la Conferencia, sino
también de poner en peligro el esfuerzo mundial por garantizar un futuro
habitable.