“Reforma judicial abrirá la puerta a élites políticas y al crimen organizado”: Margaret Satterthwaite
Martes 07 de Enero de 2025 10:41 pm
+ -Margaret Satterthwaite, relatora especial de la ONU sostuvo que la reforma judicial ha suscitado una gran preocupación a nivel nacional e internacional
Margaret Satterthwaite, relatora especial de la ONU para la Independencia de los Jueces y Abogados, aseguró que el problema de la reforma judicial es básico: no garantiza la independencia del Poder Judicial. Sostuvo que sin regulaciones sobre la conducta de las campañas y una transparencia adecuada, abren la puerta a la influencia indebida de las élites políticas y económicas o, peor aún, del crimen organizado.
En un artículo que escribió para la
plataforma Open Global Rights, Satterthwaite explicó que la reforma
judicial introducida por el expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y
aprobada en septiembre de 2024, ha suscitado una gran preocupación a nivel
nacional e internacional.
“Lejos de ganarse elogios
internacionales, las elecciones judiciales han suscitado críticas del Comité de
Derechos Humanos, y el mandato del relator especial sobre la independencia de
magistrados y abogados ha expresado preocupaciones sobre las elecciones
judiciales, abogando por métodos diseñados para garantizar que la selección
judicial se base en la excelencia profesional y el mérito”, señaló.
Expresó que la independencia judicial
es esencial para la gobernabilidad democrática, ya que controla los excesos de
otros poderes del gobierno y garantiza que nadie, por poderoso que sea, esté
por encima de la ley.
“Desmantelarla es un golpe a las
protecciones de los derechos humanos a las que tienen derecho todos los
mexicanos conforme al derecho internacional”, mencionó.
Aseguró que uno de los aspectos más
controvertidos de la reforma mexicana es el paso de los nombramientos
judiciales basados en el mérito a la elección popular de los jueces, incluidos
los jueces de los tribunales superiores.
Esto marca un cambio notable con
respecto al sistema construido en las últimas décadas para garantizar que se
nombrara a los candidatos más calificados, abundó.
En este sistema, ahora descartado,
agregó, los candidatos judiciales eran evaluados mediante rigurosos exámenes
escritos y orales, que ponían a prueba su conocimiento general de la
jurisprudencia y el derecho, así como su capacidad de razonamiento analítico, y
partes de las evaluaciones se realizaban de forma anónima.
“Si bien ciertamente había mucho más
por hacer (los problemas de corrupción e influencia indebida por parte de
actores poderosos seguían siendo un problema), este sistema estaba dando
frutos: el poder judicial de México estaba cada vez más integrado por las
mentes jurídicas más calificadas del país”, externó.
La relatora especial de la ONU,
precisó que en lugar de un sistema basado en competencias, el nuevo sistema
exige cartas de recomendación de vecinos o amigos, y añadió que las reformas no
aclaran si se requiere experiencia específica relevante o cómo se llevará a
cabo la selección entre los aproximadamente 25 mil candidatos registrados para
puestos judiciales.
“Otras preguntas fundamentales
también siguen sin respuesta: ¿Cómo se protegerá el proceso contra la
influencia del crimen organizado? ¿Qué medidas se implementarán para atraer a
juristas calificados y con suficiente experiencia? ¿Qué papel desempeñará la
sociedad civil en el proceso?”, expuso.
Resaltó que el derecho internacional
exige que los jueces sean competentes e íntegros, seleccionados mediante
métodos que eviten motivos indebidos. Por su naturaleza, las elecciones
judiciales corren el riesgo de priorizar la popularidad por sobre la imparcialidad
y la competencia.