El natalicio de uno de los escritores más importantes del siglo XX: Juan Rulfo
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Viernes 16 de Mayo de 2025 3:08 pm
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Juan Rulfo nació el 16 de mayo de 1915 en Jalisco. Registrado en Sayula, vivió parte de su infancia en la población de San Gabriel. Como escritor, Rulfo se apropió de las experiencias que desgarran el precario orden familiar: la guerra, el despojo, la orfandad; y de su región de origen, cuyo entorno inmediato fue el de las haciendas y el campo destruidos por la violencia de la Revolución y la Cristiada. Sin embargo, la verdadera vida de Juan Rulfo está en su obra: el autor fue esencialmente un orfebre que permitió a la literatura remontarse a dimensiones inéditas para su época.
Novelista, cuentista, fotógrafo y editor, a Rulfo se le reconoce, sobre todo, por su volumen de cuentos El Llano en Llamas (1953) y su primera novela Pedro Páramo (1955). A partir de la aparición de estos títulos mantuvo un contacto frecuente con el cine; su segunda novela, El gallo de oro (1958), el cortometraje El Despojo (1959) y su participación en el filme La Fórmula Secreta (1964) son productos de ello. Durante las dos últimas décadas de su vida, se encargó de editar en el Instituto Nacional Indigenista una de las colecciones de antropología contemporánea más importantes de México. En todas estas variadas manifestaciones puede comprobarse que el pensamiento y las actividades de Rulfo se movieron al centro de poderosos polos: la ficción y la historia, la tradición literaria escrita y las riquísimas vertientes orales, la imagen verbal y la imagen fotográfica, la vanguardia estética y la innovadora superación de esa misma vanguardia, la cultura cristiana y la sólida pervivencia de culturas indígenas en México y América.
La modernidad laica y la vitalidad de concepciones del mundo distintas, pero de ningún modo inferiores, la antropología y la realidad presente, la geografía rural y la vertiginosa mutación del paisaje urbano; pares de conceptos que para el autor fueron retos y estímulos, unas veces en franco contraste y otras en armonía.
Juan Rulfo falleció en la Ciudad de México el 7 de enero de 1986. Desde entonces, sigue siendo uno de los escritores mexicanos más leídos en su país y el extranjero; sus títulos han sido traducidos a decenas de idiomas y su obra- literaria y fotográfica- sigue siendo motivo de innumerables estudios, homenajes y reapariciones.
Entre septiembre de 1953 y el de 1954- fecha en que entregó el manuscrito original, ya con el título definitivo de Pedro Páramo, al Fondo de Cultura Económica-, Rulfo publicó adelantos de la novela en tres revistas de la capital: Las Letras Patrias, Universidades de México y Dintel. En la primera se publicó bajo el título “Un cuento” una versión de lo que después se convertirían en las dos secuencias iniciales de Pedro Páramo – en aquel entonces titulada Una estrella junto a la luna. En la segunda aparecieron dos fragmentos, correspondientes al monólogo de Susana San Juan y el diálogo entre Juan Preciado y Dorotea que le sigue. Para entonces, la novela ya anunciaba como Los Murmullos. En la tercera, se publicaron bajo el título “Comala” los tres pasajes finales de la novela, que aún conservaba el titulo con el que se dio a conocer en junio. Finalmente, el libro se puso a la venta en marzo de 1955 como el número 19 de la colección Letras Mexicanas.
La publicación de Pedro Páramo fue el acontecimiento más significativo en la carrera literaria de Juan Rulfo. La novela obtuvo reseñas inmediatamente después de su aparición, en México en la cultura probablemente por Fernando Benítez y la revista Universidad de México – por Alí Chumacero. Ese mismo año, bajo la dirección de Carlos Fuentes y Emmanuel Carballo, nació la Revista Mexicana de Literatura, vehículo de una estética innovadora, síntesis de las corrientes nacionalista y cosmopolita, que atenuaría la larga polémica entre ambas. La importancia de Rulfo para esta visión radicalmente renovadora de la literatura empezó a expresarse desde el texto que Carlos Blanco Aguinagua publicó en el primer número, “La realidad y el estilo de Juan Rulfo”, con el que se fundó la crítica continental en torno al jalisciense. Ese mismo año también dio inicio la recepción de la obra en el extranjero, con un breve ensayo que Carlos Fuentes publicó sobre la novela en la revista francesa L’Esprit des Lettres. Por último, la entrega del primer Premio Xavier Villaurrutia a Rulfo por Pedro Páramo fue no sólo un reconocimiento al escritor, sino un espaldarazo al propio premio, que desde entonces se convirtió en uno de los más prestigiosos de Iberoamérica.