Reino Unido introduce la castración química para delincuentes sexuales reincidentes

Jueves 22 de Mayo de 2025 8:20 pm
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El gobierno del Reino Unido ha anunciado una nueva medida dentro de su reforma penitenciaria: la implementación de la castración química en delincuentes sexuales reincidentes, con el objetivo de reducir la reincidencia y aliviar la creciente sobrepoblación en las cárceles.
La iniciativa fue presentada por la ministra de Justicia, Shabana Mahmood, y contempla que el tratamiento se aplique inicialmente en 20 prisiones de Inglaterra y Gales. Según las autoridades, se combinará con intervenciones psicológicas para tratar las causas profundas del comportamiento delictivo.
La castración química consiste en el uso de fármacos que disminuyen la libido y la actividad sexual. A diferencia de la castración quirúrgica, es un procedimiento reversible que ya ha sido empleado en otros países para controlar los impulsos sexuales de algunos ofensores.
De momento, el tratamiento será voluntario, aunque el gobierno no descarta su obligatoriedad en ciertos casos. Mahmood citó estudios que señalan una reducción de hasta el 60% en la reincidencia entre quienes se han sometido a esta terapia.
Reforma penitenciaria ante una crisis carcelaria
El sistema penitenciario británico enfrenta una severa crisis de hacinamiento, con cerca de 90 mil personas privadas de libertad y una proyección de déficit de 9,500 plazas para el año 2028. En este contexto, la castración química es parte de un conjunto de reformas impulsadas tras una revisión independiente liderada por el exministro de Justicia David Gauke.
El plan también contempla reducir el uso de sentencias cortas, priorizando sanciones comunitarias más estrictas, así como fortalecer los servicios de libertad condicional.
Las autoridades sostienen que algunos ofensores, especialmente aquellos con impulsos sexuales compulsivos, ya han solicitado voluntariamente este tratamiento como una herramienta para controlar sus deseos.
Controversia ética y legal
La posibilidad de hacer obligatoria la castración química ha encendido un debate entre profesionales de la salud, expertos legales y defensores de derechos humanos. Algunos psiquiatras forenses han manifestado su preocupación por la ética de aplicar tratamientos médicos sin consentimiento del paciente.
El profesor Don Grubin, especialista en psiquiatría forense, advirtió que muchos médicos podrían negarse a participar en programas obligatorios, al considerar que su rol es terapéutico, no coercitivo.
Organizaciones de derechos humanos también han cuestionado la legalidad y efectividad de imponer esta medida, señalando que podría vulnerar garantías fundamentales sin atender las raíces del comportamiento delictivo.
Aunque se presenta como una herramienta para abordar delitos sexuales y aliviar el colapso del sistema carcelario, el éxito de esta política dependerá en gran medida de su implementación ética, su respaldo médico y su aceptación social.