Detectan por primera vez actividad eléctrica en la atmósfera de Marte
Miércoles 26 de Noviembre de 2025 11:48 am
+ -La actividad eléctrica descubierta en Marte podría dificultar la búsqueda de vida pasada en el planeta e influir en futuras misiones de exploración.
Investigadores han confirmado la presencia de descargas eléctricas en la atmósfera marciana, aunque son muy diferentes de los relámpagos terrestres. El hallazgo, publicado en Nature, se basa en sonidos de la atmósfera recogidos durante dos años por el rover Perseverance de la NASA.
Si bien la actividad eléctrica se ha registrado en otros planetas como Saturno y Júpiter, hasta ahora no se había demostrado de forma directa en Marte, aunque se había teorizado sobre su existencia.
El fenómeno se produce en forma de descargas triboeléctricas, descritas como “chispazos microscópicos”, similares a las pequeñas descargas que se sienten al tocar una puerta metálica o frotar el cabello, explica Germán Martínez, investigador del Centro de Astrobiología (CAB).
Martínez aclara que estas descargas no se comparan con los rayos en la Tierra, que son aproximadamente 200 millones de veces más energéticos, y que las mayores observadas en Marte equivalen a la energía necesaria para encender un coche.
La actividad eléctrica en Marte se origina por su atmósfera polvorienta y sus intensas tormentas de viento y remolinos de polvo. Cuando el viento levanta partículas, estas friccionan entre sí, creando un campo eléctrico capaz de generar el efecto triboeléctrico, detalla Martínez.
Agustín Sánchez Lavega, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), explica que Marte es un mundo frío, seco y polvoriento, con ráfagas de viento que generan torbellinos y tormentas que pueden extenderse cientos de kilómetros. “Esperamos que estas descargas sean muy abundantes bajo estas condiciones”, añade.
El equipo identificó 55 chispazos triboeléctricos, la mayoría asociados a remolinos de viento o frentes de polvo en movimiento.
Este descubrimiento tiene implicaciones importantes. Martínez señala que los campos eléctricos generan percloratos, que degradan moléculas orgánicas, dificultando la búsqueda de biofirmas de vida pasada en Marte. Además, estas descargas deben considerarse al diseñar equipamiento para futuras misiones humanas, evitando posibles fallas de sensores por chispazos eléctricos.
También puede afectar los modelos de predicción meteorológica del planeta, ya que los campos eléctricos podrían cambiar la cantidad de viento necesario para inyectar polvo en la atmósfera.
El estudio fue encabezado por la Universidad de Toulouse (Francia) y utilizó grabaciones acústicas del instrumento SuperCam del rover Perseverance. Cuando ocurren las descargas triboeléctricas, se genera un campo magnético que produce interferencias con un patrón definido, detectable en las señales acústicas captadas por el micrófono.
