La burra no era arisca
ARNOLDO VIZCAÍNO RODRÍGUEZ
Martes 06 de Noviembre de 2018 8:09 am
HACE poco más de 3 semanas, el titular
de la Seidur, Jesús Sánchez Romo, informó que el Gobierno del Estado proyecta
la construcción de un nuevo libramiento, toda vez que el actual cada vez
resulta menos suficiente y más peligroso para darle curso a la creciente carga
vehicular, particularmente la contenerizada que, dicho sea de paso, tiene en
constante riesgo a la población vecina, misma que, afortunadamente, ni cuenta
se da de la peligrosidad de muchas mercancías que de manera cotidiana por ahí
pasan. Creo que la idea del nuevo libramiento
no es mala, lo malo es que de estas obras suelen aprovecharse los vivales de
siempre, que contando con información privilegiada sobre el trazo de la nueva
vía, se dedican a comprar los terrenos aledaños a precio de risa, para después
obtener grandes utilidades, dejando a los viejos propietarios en la miseria y
como el chinito, “nomás milando”. Más o menos como pensaban hacer los fifís con
los terrenos aledaños al aeropuerto de Texcoco. En la misma nota se da la pauta del
modus operandi, pues en su último párrafo dice: “Es un proyecto que se trabaja
con discreción, para no crear especulaciones por el derecho de vía, lo que
podría encarecer los terrenos por donde pasaría el citado libramiento”.
Efectivamente, el problema es que la discreción de la que hablan sólo alcanza a
la sociedad en general y a los dueños de los predios en particular, pues los
especuladores regularmente sí cuentan con dicha información, por ser amigos de
los que están en el gobierno o los propios gobernantes con prestanombres se
meten a especular. Ante tal amenaza, yo percibo que ese
nuevo libramiento se separara de la autopista, más o menos a la altura de la
Loma de Fátima (viniendo de Manzanillo), que cruzará la carretera que va hacia
Pihuamo, cerca del río Salado, que pasará entre La Estancia y Cardona y que se
entroncará con la autopista arriba del crucero de Chiapa, cerca de la
gasolinera El Cóbano. Por tanto, sugiero a todos los
productores de esa región, que bajo ninguna circunstancia se dejen convencer si
les llegaran de repente con ofertas atractivas a cambio de sus tierras; si los
dueños de los predios no aflojan, podría ocurrir que por esta sola vez los
beneficiarios sean los originales dueños de la tierra, no los especuladores. Es bueno que los propietarios
entiendan que los dueños del dinero casi siempre traen la de fregar a quien se
les atraviese; sin ninguna misericordia, atacan regularmente con engaños. Vale
recordar la experiencia de los vecinos de la autopista en su tramo El
Trapiche-San Marcos. En principio, de manera generosa, los vecinos regalaron
sus tierras a la Federación para que construyera la autopista, con la esperanza
de que la nueva vía les trajera prosperidad y excelente comunicación con sus
predios cercenados. Y ocurrió, recientemente, que los bandidos que la explotan,
de buenas a primeras emplazaron a los vecinos para que cerraran sus accesos.
Afortunadamente se reaccionó bien y rápido, de tal suerte que en un dos por
tres creamos una asociación civil en defensa de los derechos de los vecinos de
la autopista, quienes se distinguieron por estar dispuesto a todo, no
quedándole a las autoridades y a la operadora más que reconocer que habían
encontrado la horma de sus zapatos y que, por su propio bien, tenían que
respetar a los organizados e indignados vecinos. Nuestra experiencia está al
servicio de todos aquellos que en el futuro lo requieran. Por lo pronto, deben
encenderse focos amarillos en la zona señalada. APARTE 1.- Se ve que siguen enojados Fernando
Moreno y Nacho, porque Indira no les pidió permiso en lo relativo a la
provisional reducción de la tarifa de la caseta de Cuyutlán. Ellos querían
colgarse la estrellita. El propio FMP, en campaña dijo que no se podía quitar
la caseta, ahora dice que sí, pero nada hace para ello. Entre tanto, Indira
sigue en su lucha, hasta que se cancele. Ni modo, así pasa cuando sucede.
*Presidente de Productores Unidos por
Colima, A. C.